lunes, 11 de mayo de 2009

Chuck Daily

Me enteré el sábado, justo después de publicar la entrada de Fellaini, y me sentí un poco estúpido, pero no me quedaron ganas de escribir sobre su fallecimiento. Siempre me cayó mal, muy mal, como caían sus Detroit Pistons y quizás eso precisamente era una parte de la estrategia general del equipo, la misma estrategia que les llevó al éxito con todo merecimiento, ya hablé de ello en una lejana entrada sobre Billy Laimbeer, creo. Me cayó mal incluso después del Dream Team, que también dirigió él. Disfruté de ver jugando juntos a todos aquellos jugadores, pero tanta superioridad, tanto espectáculo... no sé cómo explicarlo. Sentimientos encontrados. En fin, me cayó mal hasta que le leí una entrevista. Creo que fue en una revista especializada. A partir de aquello, me cayó bien, y aprendí una lección muy valiosa que sigo aprendiendo cada día, porque siempre se me olvida, y que tiene su propio refrán. En fin, ha muerto uno de los mejores entrenadores de baloncesto del mundo, y qué puedo decir yo. Descanse en paz y muchas gracias por los Bad Boys. Un saludo.

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