martes, 31 de mayo de 2011

Raúl López


Es lo poco que queda del spanish Khimky de Sergio Scariolo. Ya sabemos que en este blog tenemos una asidua comentarista que también es aficionada al equipo que ahora dirije Rimas Kurtinaitis, así que no he podido evitar alegrarme cuando he leído que los del Khimky consiguieron, aunque fuera de manera agónica, clasificarse para las semifinales del campeonato de liga ruso.
Y fue de manera agónica porque remontaron una diferencia extrema (creo que fueron veinte puntos) en un final de infarto donde Raúl López fue la estrella. Salió desde el banquillo para anotar 14 puntos, incluida una última canasta, con tiro libre adicional convertido, que puso el marcador final de 77 a 75. Los elogios de sus compañeros y del entrenador para con el catalán nos obligan a acordarnos de él, porque muchos (yo, por lo menos), ya casi me había olvidado.
Ahora se enfrentarán en semifinales al Unics Kazan, que ganó la liga regular y que, según el propio Raúl López, sea probablemente el equipo que mejor juego ha hecho durante la temporada en el baloncesto ruso. Los de Evgeny Pashutin se cargaron al Nizhny Novgorod gracias a los 33 puntos y 17 rebotes de un Maciej Lampe inconmensurable (esta frase es demasiado manida, pero bueno).
La otra semifinal enfrentará al todopoderoso en horas bajas CSKA de Moscú contra el Lokomotiv. Los de Jonas Kazlauskas ganaron de paliza el último partido de su serie de cuartos de final gracias a la labor de equipo porque hasta seis jugadores (Shved, Vorontsevich, Polokhin, Sokolov, Kaun y Langdon) superaron los diez puntos y otros dos (Siskauskas y Khryapa) se quedaron a una sola canasta. Sus rivales, el Lokomotiv de Kestutis Kemzura también tuvo que jugar el tercer partido, que resolvieron gracias a la solvencia de tres de sus americanos, Jeremiah Massey (14 puntos y 7 rebotes), Lionel Chalmers (17 puntos y 5 asistencias) y Michael Wilkinson (11 puntos y 9 rebotes desde el banquillo).
Las semifinales empiezan hoy, igual que hoy, en Bilbao, la afición del BBB se prepara para animar con devoción a "los hombres de negro" que vuelven de Madrid con una gratificante victoria en el casillero. El segundo partido en la Caja Mágica descubrió dos equipos en uno, un primer BBB que dio una lección de baloncesto, y un segundo, que dio una lección de pundonor para sobreponerse al arreón rabioso del Real Madrid. Yo soy por lo general agorero, y como mis emociones, en este caso, se decantan por los locales, no voy a confesar que veo la cosa muy negra (y no porque vistan así los de casa), aunque ya lo haya hecho. De todas formas, esperanzas hay, haberlas haylas. Reconozco que el rendimiento de la plantilla de nuestros rivales, el Real Madrid, me tiene desorientado, me tiene desorientado desde el principio. Sobre el papel, los nombres, me parecen rutilantes y de confianza. Desde Carlos Suárez hasta Ante Tomic, pasando por Prigioni, Llull, Rodríguez u otros que permanecen en el anonimato, como Sergi Vidal o Novica Velickovic, no entiendo como no funcionan mejor. Ayer hablaba con otro aficionado, también asiduo al blog, y me decía que, ahora, no se explicaba como Sergio Rodríguez había sido un jugador NBA. Yo, no sé si acertadamente, le decía que, por lo que vi en el segundo partido, hasta Chris Paul parecería poca cosa jugando de base en ese equipo. Y no lo entiendo. El Real Madrid da la sensación de ser solo Sergio Llull por falta de confianza o algo así, no lo sé. No he visto muchos partidos esta temporada, la verdad, pero no entiendo muy bien qué le sucede a esta plantilla. Aún así, recursos tienen de sobra, porque a los ya nombrados, se añade la altura de Begic, el trabajo de Felipe, los triples (cuando le entran) de Clay Tucker o la defensa de D'or Fisher y argumentos tienen de sobra para estar en la final, y para ganarla.
Veremos que pasa. No creo que esté esta tarde en Miribilla, pero espero verlo desde casa, y ya hablaremos de ello, y de cómo le va a Raúl López en Rusia.

lunes, 30 de mayo de 2011

Ramón Calderé


Como haya algún lector asiduo a este blog y residente en Lugo, puede que me mande a tomar por culo, y lo he dejado dicho, con la expresión maleducada y todo, porque rima y me gusta que rimen las cosas. Si alguien se siente ofendido por esta entrada, lo siento, de antemano, pero tampoco lo pretendo, no entro en comparaciones, ni voy a juzgar unos hechos o los otros, porque ambos quedan sujetos a interpretaciones. Yo lo único que quiero atestiguar es la verdad poética del sentido del humor (muchas veces, como en ésta, un humor muy negro, demasiado negro) de la historia, el destino, el paso del tiempo, la cronología, la memoria, la vida, el fútbol o el arbitraje, lo que quieras.
Voy al grano. Ayer abría el periódico y me encontraba con la noticia de que en Lugo estaban indignados con un gol de Javi Ballesteros en el último minuto que el colegiado anuló por falta al portero Alberto, portero del Real Murcia. El gol habría significado el 2-0, igualar la eliminatoria y forzar la prórroga. El vídeo se puede encontrar en algunas ediciones digitales de periódicos deportivos de tirada nacional y así podéis juzgar vosotros mismos y luego preguntar qué opinan en Lugo y en Murcia.
Vuelvo a ir al grano. No puede evitar, al leer esto, recordar, al instante, que el Lugo era el rival del Sant Andreu en aquella fase de ascenso (el partido entre el Lugo y el Murcia también correspondía a la fase de ascenso de segunda B a segunda) en la que Japón Sevilla consiguió fama y reputación tres años antes de ascender a primera división. El vídeo, para que también juzguéis vosotros mismos, aunque de mala calidad debido, quizás, al paso de tantos años, aún se puede encontrar en youtube, simplemente con hacer una búsqueda en google con los nombres de los dos equipos. Hace ya la friolera de unos 10 años (por qué me acordaré), Ramón Calderé fue objeto de un penalty (o no, porque, al fin y al cabo, el árbitro no lo señaló, juzguen ustedes) cuando se disponía a rematar solo ante portería. El marcador final no se vio alterado y el Lugo ascendió a segunda división, cosa que no pudo hacer el Sant Andreu. El árbitro, en la misma jugada, expulsó a Ramón Calderé, antiguo jugador del Barcelona en primera división, como todo el mundo sabe, y miembro de un Sant Andreu que había hecho grandes fichajes aquella temporada con la pretensión de ascender, por simular el penalty que él no pitó.
Al finalizar el partido, los altercados fueron sonrojantes. Puncho, si no recuerdo mal su apodo, un veterano que había jugado en primera en el Hércules, le soltó una patada en sus partes nobles a Japón Sevilla. Calderé perdió los papeles en el túnel de vestuarios y tuvo que ser sujetado por las fuerzas del orden, a las que también se enfrentó. Esos son los vagos recuerdos que tengo. Y la serena experiencia de la impotencia ajena. No sé cómo viviría todo aquello el árbitro. No le oí ni le leí hablar sobre ello. Tampoco he vuelto a oír a Jorge, aquel defensa del Lugo, hablar sobre ello después de tanto tiempo. Ni a Calderé. Ni a Puncho le he oído volver a hablar sobre su patada, de la que ya se arrepintió desde el principio.
No he vuelto a oír hablar a los protagonistas sobre aquel día, pero me he acordado de todos ellos cuando he visto que uno de los equipos volvía a verse en el mismo escenario, diez años más tarde, y en unas circunstancias parecidas, pero distintas. Y lo repito, ni comparo, ni hago juicios sumarios, ni apostillo, lo único que atestiguo es las vueltas que da la vida. Para todo lo demás, vivimos en una sociedad en la que todo el mundo tiene no solo derecho a opinar si no mucha voluntad de hacerlo, así que ahí están los vídeos.

Javier "Chicharito" Hernández Balcázar


Yo me voy a ceñir a lo meramente futbolístico, que tampoco voy a decir nada nuevo, y a las habituales gilipolleces personales con las que adorno, con más pena que gloria, este blog.
Bajé a ver la final de la Copa de Europa.
¿Por qué?
No lo sé.
Probablemente, porque me gusta el fútbol y porque no tenía nada mejor que hacer a esas horas del sábado si no era seguir corrigiendo composiciones. Y estaba clara cuál era la mejor opción.
Así que bajé y me junté con dos animados forofos del FC Barcelona.
No de los forofos de ahora, los recién aforofados, que en su derecho están, en cualquier caso, y que han crecido por el bosque de hormigón como si fueran setas de temporada. No, forofos de los de siempre, de los de los tiempos en que Cruyff hacía anuncios de pintura acrílica.
Por lo tanto, el partido estaba decantado por un lado emocional. Yo, que ni me iba ni me venía, me dejé llevar, y es muy fácil dejarse llevar en estas circunstancias, ¿no?
Pero me pasé el encuentro, eso sí, animando al Chicharito. A pesar de todo, animando al Chicharito. Y cuantos más bares recorríamos con el televisor encendido, y cuantos más zuritos caían para celebrar el fútbol, más animaba a Chicharito, pero más tornaba el ánimo de lo serio a lo cómico. Hasta que, faltando pocos minutos, y con el partido ya decidido, hasta el camarero del último bar se apuntaba a mis chanzas chicharíticas.
Lo confieso. Si animaba al Chicharito es porque le tengo aprecio, un aprecio tan caprichoso como estúpido. Me suena a gloria ver a un delantero joven, mexicano, triunfando en el Manchester United (campeón de liga, 27 partidos y 13 goles en su primera temporada y con 23 años, más o menos), y llevando con gloria un apodo que, no lo puedo evitar, me suena a chiste, Chistecharito. Ya sé que su padre fue hasta mundialista y le llamaban Chícharo porque era pequeñito y de ojos verdes. De Chícharo, Chicharito. No quiero parecer irreverente ni irrespetuoso, pero no puedo evitar que el nombre me parezca musical y gracioso. Además, Javier Hernández Balcázar también es un buen futbolista. No es Messi, porque Messi no es ni Muniain, ni Cristiano Ronaldo, ni Gareth Bale, ni Sahin ni nadie por mucho que se les ponga topónimos a la vera calificativa del apellido del argentino. Messi no es nadie, o nadie es Messi más que el propio Messi.
Me vi el partido entero, y disfruté. Yo, que ni me iba ni me venía, me dejé llevar y disfruté. Yo disfruto del fútbol en diferentes estilos y con diferentes versiones, siendo el que más me apasiona, un fútbol distinto al del FC Barcelona, más físico, más horizontal, más directo, más terco y más desábrido, pero fútbol al fin y al cabo. Ahora, este se disfruta como el agua cuando aplaca la sed. Quién va a decir lo contrario. Ver jugar a Xavi Hernández es algo por lo que no habremos nunca pagado bastante. Y del argentino no digo nada. Los demás, tampoco les van a la zaga, y lo mejor es que cuando mejor suenan, es cuando toca toda la orquesta junta, en armonía.
Yo paso de hacerme preguntas sobre si es el mejor equipo de la historia, el mejor equipo que he visto yo, el que ha visto Guardiola, el que ha visto Mourinho, o si Messi es mejor o peor que Diego Armando Maradona, o que Lebron James, o que Michael Jordan, o que Daniel Saric quien, según Iker Romero, ayer en la otra final gloriosa para el barcelonismo, tuvo una actuación mejor, en proporción, según el vitoriano, a la del argentino un día antes. No lo sé, o lo sé muy bien, pero no me importa.
Lo que más gracia me hizo, de verdad, fue cuando, empuñando un zurito más, con la cabeza ya en cualquier sitio menos en Wembley o en el barrio, le dije a uno de los dos aficionados al FC Barcelona, quien esgrimía una sonrisa bien clarificadora, que, algún día, algún día, el Athletic estaría ahí, como Eric Abidal, levantando la orejuda (o orejona, como sea) delante de Michel Platini o aquel que le substituya para quedarse dormido en el palco. Me hizo gracia hasta mí, así que imagínate a él. Pero, al día siguiente, sin resaca, por la noche, viendo las noticias, insistí en la idea (en la utopía) y se lo repetí a mi novia mientras fumábamos el cigarro de la sobremesa. ¿De verdad?, me preguntó. Y después de unos segundos que no fueron ni de reflexión, le contesté: sí, aunque quizás para entonces ya necesite gafas para ver de cerca. Quién sabe, quizás algún día, nuestros Txitxaritos, consigan llegar hasta tan lejos, pero, de mientras, da igual, mientras siga habiendo fútbol, sean del color que sean las camisetas.

jueves, 26 de mayo de 2011

Mike Miller


Con su gozo en un pozo se han quedado nuestros aficionados a los Bulls. Otro año será, Thibodeau solo necesita, quizás, digo yo, un par de retoques para que Derrick Rose tenga un equipo campeón. El año que viene, si Rose sigue mejorando, seguro que estarán ahí. ¿Vale como consuelo?
El caso es que los que intentarán chafarle la fiesta a Dirk Nowitzki (en realidad creo que es al revés) será el tridente mágico, los favoritos desde el comienzo, el triple tirabuzón por el que apostaron los dirigentes de los Miami Heat. Sin ir más lejos, en el último partido, que terminó con un tanteo final de 80 para los Bulls y 83 para los Heat, los de Florida consiguieron 69 de sus 83 puntos de la mano de Lebron James, Dwayne Wade y Chris Bosh. Por si fuera poco, los tres también consiguieron más de la mitad de los rebotes y las asistencias de su equipo. Erik Spoelstra, que, al final, aguantó toda la temporada, no se tiene que comer mucho la cabeza para gestionar a su equipo.
Pero de los 14 puntos que quedaron libres, 7 los consiguió Mike Miller. Un veterano alero al que todo el mundo conoce ya y que lleva bajando su rendimiento estas últimas temporadas lastrado por las lesiones. Precisamente esta temporada, según reveló su entrenador hace unos días, lleva jugando gran parte de los partidos con un tendón del pulgar de su mano izquierda roto.
Y ahí no termina su compromiso. El alero de 31 años y 2'03, que empezó jugando allí por Orlando en el año 2000 y tuvo sus mejores años en los Grizzlies antes de pasar por tres equipos distintos, Wolves, Wizards y Heats, en los últimos tres años, ha renunciado a perderse estos partidos a pesar de que su hija recién nacida permanece en la UCI después de ciertas complicaciones durante el parto. Según Miller, no podía dejar tirados a sus compañeros en estos momentos.
El martes empezará la final. Por un lado, un buen equipo, con mucho fondo de banquillo, armado de veteranos y jóvenes ambrientos, por otro, tres de los mejores jugadores de la última década, aunando esfuerzos para confirmar las expectativas. Veremos que pasa. Rose se tendrá que conformar con ser el MVP.

Alejandro Santamaría

Alejandro Santamaría corrió su primer triatlón en 1993. Desde entonces, acumula un palmarés digno de elogio y no solo a nivel nacional. Ha conseguido cuatro campeonatos del Mundo (duatlón individual y por equipos en categoría junior en 1997; triatlón junior por equipos en el mismo año, y campeón de larga distancia por equipos en 2003) y tres europeos (duatlón relevos 1999, duatlón sub-23 individual y por equipos en 2000). Además, ha logrado el título estatal de larga distancia en dos ocasiones (2004 y 2008), siendo segundo puesto en esta misma competición en tres ocasiones (2001, 2002 y 2006).
Si eso es poco, Santamaría, que además ejerce como entrenador profesional e incluso ha hecho de speaker en varias pruebas, ha concluído un total de 10 carreras de Ironman, la especialidad más exigente de este deporte (3.800 metros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y 42,2 de carrera pedestre).
Santamaría será uno de los grandes favoritos, entre los 477 participantes que están inscritos, en el primer triatlón de media distancia de Bilbao. Un triatlón que todo el mundo espera con expectación, tanto por la participación como por el recorrido.
Y es que, además de Santamaría, este fin de semana también estarán en Bilbao, el extremeño José Manuel Tovar, Marcel Zamora, el francés Benjamin Sanson, el exciclista Mikel Elgezabal, la italiana Martina Dogana o, por supuesto, la bilbaína Virginia Berasategi. Entre otros, como se suele decir. Casi 500 participantes, la mayoría pertenecientes a distintos clubes, que lucharán por estrenar el palmarés de este triatlón.
Y hay otro aliciente, como ya he dicho. La gente está entusiasmada con que los casi dos kilómetros que los triatletas tendrán que nadar se llevarán a cabo en la ría, con un recorrido que nace a pocos metros del Ayuntamiento de Bilbao, para nadar a contracorriente hasta el Guggenheim por el lado del muelle de Uribitarte y regresar hasta el Arriaga con los mubles y de más especies haciéndoles cosquillas en los trajes de neopreno. Decía Elgezabal que si hace cinco años le decían que iba a ser posible nadar en la ría, no se lo habría creído. Tengo entendido que la parte de natación correspondiente a las pruebas de triatlón se suelen llevar a cabo en mar abierto, lo que hace que esta prueba sea especial, disputándose en una vía fluvial urbana, un canal de agua silenciosa que guarda la historia completa de la ciudad. Los 90 kilómetros de bicicleta les obligarán a subir dos veces El Vivero, que, probablemente, también sea protagonista durante la próxima Vuelta a España. Un puerto histórico y humilde por estos lares y donde Igor Antón empezó a andar en bici. 90 kilómetros de paseo por Artxanda hasta Enekuri, pedaleando al ras de un balcón desde el que se verá toda la ciudad. Por último, les quedará una media maratón diseñada dentro de un circuito urbano al que tendrán que dar tres vueltas y media rodeando la ría para acabar en el Arenal.
Ahora recuerdo las descripciones que Murakami hacía de sus experiencias en el triatlón, del caos que se formaba en la salida de la prueba acuática. Recuerdo que hace un año, corría por la ría e iba desfondado cuando encontré una excusa perfecta para pararme. Habían organizado un triatlón en el pueblo y los participantes estaban ya apelotonados junto a la rampa de la dársena, con la marea bien alta, dispuestos a lanzarse al agua. Me quedé a verlo y me impresionó el estruendo, los ruidos, los sonidos que producían sus brazadas y el roce de sus neoprenos sobre el agua. Como si fuera un proceso natural, poco a poco fueron colocándose en fila mientras rodeaban la vieja dársena donde, hace muchos años, cuentan, los alemanes que habían venido a ayudar a Franco se dejaron olvidado un hidroavión.
No terminé de verlos llegar a la boya. Y no creo que este fin de semana pueda ir a verlos cruzar la ría a crol. Eso sí, estaré atento a ver quién gana y a ver si las expectativas se cumplen y el primer triatlón urbano de Bilbao es todo un éxito.

domingo, 22 de mayo de 2011

Andrés Gandarias


Decían Usabiaga y Aramendia que el vizcaíno Andrés Gandarias, ciclista profesional en la decada de los sesenta, ganó en Gardeccia. Hoy, ya lo habréis visto, los Dolomitas han sido conquistados por Mikel Nieve. Un ciclista de los de antes, y de los de ahora, que ha dado toda una lección de pundonor y de ciclismo del bueno. Impresionante fin de semana para el ciclismo vasco. Antón coronó el Zoncolan, Nieve se acaba de doctorar en los Dolomitas y los dos siguen entre los diez primeros para mayor gloria del equipo que dirije Igor González de Galdeano.
Gandarias ganó en Gardeccia en 1976. Fue su victoria más grande, la más grande para un ciclista que llegó a ser quinto en el Tour de 1969 (año en el que, por cierto, fue el primero en cruzar La Madelaine). Han pasado muchos años desde entonces, con grandes momentos para el ciclismo vasco y otros no tanto, pero, probablemente, ahora estemos viviendo otra época dorada.
Y no nos podemos quedar en lo local, porque si la demostración de Mikel Nieve ha sido de relumbrón, qué decir del mejor ciclista de la actualidad, un Alberto Contador cuyas hazañas no pueden desmerecer los esfuerzos de sus rivales. La etapa de hoy ha sido el colofón a un fin de semana de ciclismo grandioso. Dejando a un lado las declaraciones de Zomegnan, la polémica por el Crostis, los abucheos y demás, el fin de semana reluce por el talento de Contador, el arrojo de los Euskaltel, la terquedad de Scarponi, la técnica de Nibali, el sufrimiento de Menchov, la ligereza de Gadret, la garra de Arroyo y Joaquim, el futuro de Bakelandts, Kreuzinger o Kruijswijk y la veterania de Garzelli. Todos han dado un fin de semana glorioso a los aficionados al ciclismo en un entorno paradisíaco, porque la etapa de hoy ha sido extraordinaria y parte de culpa la tienen los organizadores que han diseñado un trazado inmejorable para el espectáculo. Ellos sufren y nosotros lo disfrutamos.
Enhorabuena a todos ellos y gracias porque para los que nos gusta el ciclismo ha sido un fin de semana inolvidable.
Posdata: en general, y ya sabéis que este es un blog sentimental, ha sido un fin de semana inolvidable para todas las pasiones deportivas que compartimos asiduos a este blog. Victoria del Athletic, hazaña histórica del Bizkaia Bilbao Basket, victorias de Igor Antón y Mikel Nieve... Lástima que hace ya meses que el Barakaldo renunció a hacernos la fiesta completa. Pero nos conformaremos con esto, como para no. Compensa otras desgracias sentimentales y caprichosas que hemos tenido durante el año. Pero, como cuando las cosas van bien, no puedes olvidarte de los compañeros, obligado es mandar un saludo a los amigos deportivistas de este blog, que haberlos haílos, lo sé, que no podrán decir lo mismo de este fin de semana. Y lo dejo ya porque la entrada me está quedando demasiado ñoña y políticamente correcta.
¡Qué grande fue Andrés Gandarias!

viernes, 20 de mayo de 2011

Mauro Vegni


Supongo que la bicicleta está en el tejado de Vegni. Según se hacía público hoy, los equipos se han reunido y han decidido solicitar a la organización que solo se suba el Crostis parcialmente y así se pueda descender por una vía más segura, sobre todo, después de que las últimas predicciones climatológicas anunciaran la posibilidad de heladas.
Ayer ya se reunieron. Vegni les explicó a los equipos las medidas organizativas que habían llevado a cabo y un director de equipo, no sé quién, ante la negativa de Vegni a reconsiderar el paso por el Crostis, le espetó que si volvía a ocurrir una desgracia como la de Weylandt, la culpa sería de la organización. Indignados, Vegni y los suyos se fueron a acampar a otro sitio y dejaron la reunión.
Mauro Vegni, que no lo he dicho, joder, es el director de carrera del Giro de Italia.
Solo recordar que las medidas tomadas por la organización, además de las colchonetas amarillas colocadas en algunas curvas y el uso de mallas o redes en algunos puntos, a lo que los corredores con más peso de la carrera dieron el visto bueno, también incluye personal médico a lo largo del recorrido. Y es que, para más locura, el Crostis complica, cuando no imposibilita, el acceso de las ambulancias al recorrido, así que la solución: Médicos sin Miedo a la Altura. Y los equipos, creo, no podrán subir en coche, así que lo hará un auxiliar en moto, con un par de tubulares. ¿Esto es cierto? ¿No he podido leerlo en algún sitio?
En fin, esta entrada, en realidad, no era para volverle a dar vueltas una vez más, si no para descender el Crostis de una vez por todas. En biciciclismo.com, colgaban hoy el vídeo definitivo del descenso, y puedo colgarlo, así que quería ofrecerlo porque alguno de los asiduos ya me había comentado que no había podido ver ningún vídeo. Pues ahí va uno. Dura diez minutos, algo menos, viendo a un tío bajar en bici con una cámara en la frente, pero, a mi modesto entender, merece la pena. Aprovechad de mientras para fumar un piti, tomaros un café, limaros las uñas o lo que sea que tengáis o queráis hacer.


miércoles, 18 de mayo de 2011

Alessandro Gentile



Apunto de empezar el play-off por el título en la ACB, me ha dado por mirar como van las cosas por Europa. Puestos a reducir, he elegido siete países: Italia, Grecia, Rusia, Francia, Alemania, Turquía e Israel. Y como hay que encabezar con nombre propio, propongo el de Alessandro Gentile, el hijo del gran Ferdinando Gentile, que a sus 18 años ha sido una de las sorpresas más gratas del Benetton de Treviso en la liga italiana.

Y empezamos por ahí. En Italia, el Montepaschi Siena, tercero en la Liga Europea tras apalizar al Real Madrid, ganó la liga regular y los McCalebb y compañía proponen al equipo de Simone Pianigiani como favorito número uno. Cantú, Armani Jeans Milán, Benetton y Air Avellino parecen los candidatos más factibles para dar la sorpresa. Avellino ha tenido una gran temporada gracias al polaco Szewczyk y el belga Lauwers, pero, sobre todo, a su cuadrilla americana formada por Marques Green, Linton Johnson, Taquean Dean y Omar Thomas. Armani Milán parece el segundo en discordia, con una plantilla de garantías encabezada por Maciulis, Mordente, Eze, Rocca, Jabber o David Hawkins. La Benetton no acaba de arrancar del todo, a pesar de tener a uno de los italianos más prometedores, el susodicho Gentile, y a uno de los candidatos a estar arriba en el próximo draft de la NBA, Donatas Motiejunas, y no es solo eso lo que tiene Jasmin Repesa, porque, además, cuenta con el ex-NBA Brian Skinner, Hrvoje Peric, Devin Smith, Sandro Nicevic, Massimo Bulleri... Por último, Cantú vuelve a lo más alto, aquel equipo que llegara a entrenar Antonio Díaz Miguel y que fuera un grande de Europa, de la mano de Andrea Trinchieri en la dirección y con viejos conocidos como Markoishvili, Marconato o Micov, además del americano Mike Green, una de las sensaciones del año.

En Francia ya han empezado, y el Cholet de Vule Avdalovic, el panameño Sammy Mejía y el entrenador turco Erman Kunter parte como favorito, aunque los primeros de la liga regular han estado apretados. Hyeres-Toulon con el máximo anotador de la temporada, Rick Hughes, ASVEL Villerbaune con Pops Mensah-Bosu, Nancy con Tremmel Darden, Chalon con Blake Schilb, Roanne con Ricky Davis (sí, Ricky Davis, si es que sigue), Gravelaines con Yannick Bokolo y, sobre todo, Le Mans con Alex Acker, Michalis Kakiouzis y Antoine Diot, intentarán que el Cholet no se lleve el título.

En Alemania ya están en semifinales y parece que el Brose Baskets, que ganó de calle la liga regular, será el rival a batir. Entrenados por Chris Fleming, el equipo alemán cuenta con una plantilla compensada donde destacan Casey Jacobsen, Anton Gavel, Kyle Hines, Brian Roberts, Reyshawn Terry y Predrag Suput. En semifinales, tendrán a un viejo conocido del Bilbao Basket, los Artland Dragons del ex-jugador Stefan Koch, que cuentan con uno de los mejores jugadores de la temporada Tyrese Rice, además de un fichaje de última hora, el ex-ACB Robert Kurz. En la otra semifinal, los Skyliners de Frankfurt, patrocinados este año por Deutsche Bank, y con un trío de americanos como base, Roger Powell, Chris Moss y DaShaun Wood, intentarán confirmar la temporada irregular del Alba Berlín de Muli Katzurin.

En Israel, también están ya en semifinales y todo parece preparado para que el subcampeón de la Euroliga, el Maccabi de Tel-Aviv recupere el título. Effi Birnbaum y su Maccabi Rishon, el Hapoel Jerusalem de Oded Katash y el sorprendente Galil Gilboa de Lion Lubin intentarán evitarlo.

En Turquía, una pléyade acojonante (lo de acojonante es para equilibrar un poco el haber usado una palabra como pléyade) de grandes jugadores se reunirán en semifinales, donde aún falta un equipo, y es que el Olin Edirne, auténtica sorpresa de la temporada gracias al temporadón de Renaldas Seibutis (más de 18 puntos por partido), se lo está poniendo difícil al BANVIT de dos viejos conocidos como Vladimir Golubovic y Juan Dixon. Los otros tres son el Galatasaray, el Ulker y el Efes Pilsen. El Galatasaray de Oktay Mahmudi cuenta con Luksa Andric y Preston Shumpert, y en el Efes y en el Ulker se necesitan las dos manos para contar con los dedos los jugadores relevantes. Por el Ulker de Spahija, sin ir más lejos, Jasikevicius, Marko Tomas, Preldzic, Ukic, Kaya Peker, Sean May, Tarance Kinsey o Darjus Lavrinovic. Por el Efes Pilsen, Marvis Thornton, Bostjan Nachbar, Nikola Vujcic, Kerem Gonlum, Kerem Tunçeri, Igor Rakocevic, Roland Murray (que digo yo que es aquel que durante media temporada con Seattle Supersonics, si no recuerdo mal, pareció la reencarnación de Jordan) o el ex-Baskonia Erden Arslan.

En Grecia, cuatro históricos han quedado para el final. Olympiakos, que ganó la liga regular, pondrá sobre la cancha a los Teodosic, Nesterovic, Spanoulis, Boroussis, Erceg, Papaloukas, Halperim, Matt Nielsen, Printezis o Pelekanos dirigidos por Dusan Ivkovic para enfrentarse al Aris de Salónica de Slobodan Subotic, que han basado su gran temporada en el juego de Edin Bavcic, Bobby Brown, Nikos Hatzivrettas o Konstantinos Sloukas entre otros. En la otra semifinal, el flamante campeón de Europa de Zeljko Obradovic y Dimitris Diamantidis recibirá al PAOK de Salónica que ha hecho una temporada estupenda gracias al americano Rawle Marshall.

Por último, en Rusia aún andan en la ronda 26 de la liga regular. En cabeza, el ganador de la Eurocup a costa del Cajasol de Joan Plaza, un Unics Kazan que, dirigido por Evgney Pashutin, parece dispuesto a llevarse el título. No tienen mala plantilla, claro que no, destacando Marko Popovic, Vereemenko, Samoylenko, Terrell Lyday, Ricky Minard, Zakhar Pashutin, Slavko Vranes, Hasan Rizvic o el que ya parece eterno y aún joven Maciej Lampe. Por detrás, les siguen el CSKA de Moscú de Jonas Kazlauskas, con una temporada llena de sobresaltos, el Lokomotiv de Kestutis Kemzura y el Khimky de Rimas Kurtinaitis. Estos últimos, y tras el golpe de la marcha de Scariolo, aún tienen una plantilla de garantías con Keith langford, Lazaros Papadopoulos, Travis Hansen, Zoran Planinic, Vitaly Fridzon, Serguey Moyna, Raúl López, Kressimir Loncar o Alexei Savrasenko, casi nada. Igual que el CSKA, a pesar de los vaivenes de esta temporada, aún mantiene avales como los de Trajan Langdon, JR Holden, Raimonas Siskauskas, Viktor Khryapa, Alexander Kaun, Alexey Shved, Vorontsevitch, Matajz Smodis, Sani Becirovic o Serguey Bykov. El Lokomotiv tiene al MVP de la última jornada, un viejo conocido de la ACB, Massey, además de a Goran Jeretin y un buen puñado de americanos, Alando Tucker, Lionel Chalmers, Michael Wilkinson y Chris Lofton.

Después se me olvidará decir quién gano cada una, ya verás.

Oscar Gatto




Hace unos días leía la columna de Pedro Horrillo en el país tras la victoria de Oscar Gatto en el Giro de Italia. Como casi todas, por no decir todas, las incursiones periodísticas de Horrillo en prensa, el artículo se leía con placer, tanto por lo que cuenta como por lo bien que lo cuenta.

En el artículo, el de Ermua hablaba de la manía que tienen los periodistas italianos de poner apodos de animales a los corredores. Aprovechaba la coyuntura para hacer un chiste malo (repetido hasta la saciedad, o con versiones más talentosas pero igual de oportunistas, como las referencias al cuento de Charles Perrault, por la prensa deportiva al día siguiente de la victoria) apoyado en el apellido del ciclista de Montebelluna, un joven ciclista italiano que despuntara en aficionados, pasó a profesional en Alemania y consiguió en la encerrona de Tropea su mejor victoria hasta ahora.

Pero todo esto no era más que una disculpa para hablar del Monte Crostis. Porque si los periodistas italianos tienen costumbre de usar apodos de animales, ese día, van a tener que llamarlos a todos, cabras. Y no porque estén locos, si no porque bajar de ese monte va a ser como bajar por un camino donde las cabras se lo pasarían de coña. Y es que ayer o antesdeayer, el diario Marca en su versión digital ofreció una grabación doméstica desde un coche por el descenso del Crostis, y con un rápido vistazo al youtube he encontrado más (pero no consigo embeddear - ¡toma ya! - ninguno de esos vídeos, así que tendréis que ir directos a la fuente). Reconozco que después de ver los videos me temblaron las piernas y la conciencia, mientras me debatía entre el morbo y la emoción y la preocupación por el físico de los corredores. Si se puede subir y bajar el Crostis, se puede subir y bajar al Eretza por el cortafuegos (los que seais de la zona sabéis que exagero pero os quedáis con lo que intento decir, los que no, os imagináis que estoy intentando decir que la carretera es mala, peligrosa y desconcertante). Me acordé nada más ver el vídeo de las declaraciones de Pablo Lastras y Michael Barry y sobre todo de las últimas de Joaquim, hablando de que la próxima edición, quizás empezaban en New York y les mandaban bajar las escaleras del Empire State Building, o algo así. También me acordé del autobús que nos llevó a Luz Ardiden cuando asistimos en directo a la etapa pirenaica del Tour que Lance Armstrong le ganó a Jan Ulrich, Alexander Vinokourov, Tyler Hamilton, Haimar Zubeldia e Iban Mayo. Recuerdo que el gentío y el tráfico en la subida final era enorme y el autobús se pegaba al borde de la carretera y el vértigo era tan atrayente como terrorífico.

Zomegnan y Bugno confirmaron hace un par de días que se sube. Y que se baja. Se puede ganar en cualquiera de las dos versiones, y también perder. Se puede perder todo. Creo que también se puede, y no de manera gratuita, se puede debatir si es necesario buscarle tantos alicientes al ciclismo. Si yo fuera ciclista dudaría del lugar que a veces ocupan en este espectáculo, pero creo que esto ya lo he dicho antes.

Yo, como aficionado, confieso de antemano que viviré la etapa con emociones encontradas y el corazón en un puño. Basso se llevó quince recuerdos en la cara entrenando en el Etna, y ya lo dijo ayer Indurain, que a veces los corredores pasan más peligro entrenando que corriendo. Aún así, de verdad, si tenéis ocasión, enredad en internet y ojead el descenso del Crostis. Quizás soy yo que soy un poco aprensivo y cobardica, pero... Yo bajaría andando, de verdad.

martes, 17 de mayo de 2011

Benigno Sánchez Yepes

Ahora que andaban repartiéndose las eliminatorias de ascenso a Segunda B, a los que nos ha tocado el lado malo del fútbol en este año se nos ponían los dientes largos.

Pero hace unos días ocurrió algo que ya todo el mundo sabe y que deja de lado el fútbol y sus miserias. La tierra temblando en Lorca, sin embargo, no tembló tanto como para parar la liga de Segunda B. Y quizás eso atestigue que Lorca saldrá de ésta con sufrimiento y trabajo, sin olvidarse de los tristemente fallecidos. Igual que su equipo consiguió mantener la categoría en Segunda B de manera agónica. Por cierto, al equipo el primer terremoto les pilló en el vestuario, el segundo en el terreno de juego. Algunos jugadores, vecinos de Lorca, tuvieron que dormir en la calle como el resto de los ciudadanos.

Necesitaban ganar, o empatar y que no ganara el Betis B, y como las mejores películas de suspense, tuvieron que esperar hasta más allá del final de su partido para celebrar que mantenían la categoría. El equipo en el que, después de pasar por Zamudio, Aurrerá de Vitoria, Bilbao Athletic, Athletic, Numancia, Extremadura, Almería, Córdoba, Conquense, Lorca Deportiva, Roquetas, Caravaca y Lorca Deportiva otra vez, aún juega Jorge Pérez, del que ya hablamos aquí, se adelantó por dos veces, pero vio como el Estepona, que saltó al campo con una pancarta de apoyo al pueblo de Lorca, empataba en el descuento.

Así, los hombres de Benigno Sánchez Yepes, entrenador del equipo, y que a sus 41 años, tiene ya un largo palmarés en las categorías más humildes (Lorca Deportiva, Olímpico de Totana, Atlético Baleares, Mensajero, Vecindario, Alcoyano, Eldense, Ceuta, Murcia y Puertollano), tuvieron que esperar sobre el césped a que terminara, con buenas noticias, el partido del Betis B.

Según he leído, el equipo de Lorca fue el Lorca Deportiva hasta que hace un par de años, el equipo pasó por una grave crisis económica y se anunció su desaparición. Un empresario de la zona, Cristóbal Sánchez Arcas, se empeñó en que el fútbol siguiera vivo en Lorca, fundó el Lorca Atlético, consiguió comprar la plaza del Sangonera en Segunda B y, ahora, ha rubricado el proyecto con una permanencia que para mí la querría yo.

A parte del goleador del Athletic contra el Rosenborg en Champions, otro vasco forma parte de la plantilla lorquiana. El barakaldés Mikel Méndez no ha jugado con mucha asiduidad, pero el último fin de semana salió en los minutos finales para intentar mantener el resultado.

Lástima que el otro en discordia, el Estepona, y a pesar del gol en el tiempo de descuento, no pudo celebrar lo mismo y descendió a Tercera División. Al menos, imagino, muchos de los que estuvieron en el campo pudieron disfrutar de unos minutos de felicidad después de los días de desgracias e incertidumbre que viene viviendo el municipio murciano.

Si os apetece ver el resumen, aún está el video colgado en La Verdad de Murcia.

lunes, 16 de mayo de 2011

Robbie McEwen

Que no iba a ser un Giro de Italia especialmente proclive a los esprint estaba claro. Petacchi y Ventoso ya han aprovechado sus ocasiones, quizás queden un par de ellas más. Cavendish aún tendrá la oportunidad de afinar su puntería, pero Graeme Brown y el veterano australiano Robbie McEwen ya no podrán hacerlo. Cavendish lo rozó, pero Brown y McEwen no pudieron evitarlo y ayer llegaron fuera de control. Y es que está siendo un Giro de Italia de lo más accidentado. Sin querer volver a recordar el desgraciado fallecimiento de Wouter Weylandt, el Giro está salpicándose de caídas, golpes, desfallecimientos... Y acaba de empezar. Ayer fue el Etna el que, sin ceniza de por medio, vivió una nueva demostración de Alberto Contador y se cargó de raíz a dos veteranos velocistas. Pero hubo más sucesos. Pardilla tuvo que entrar andando al cargarse la bici al caerse en la última curva a trescientos metros, cerrada y peligrosa, y David Arroyo, espectacular, entró con el casco roto después de un fortuito tortazo que le propinó un tifosi italiano.

Como digo, queda lo mejor. Contador está un peldaño por encima de los demás, pero la carretera presenta alicientes suficientes para mantenerse a la espera.

Por lo demás, a sus 38 años, McEwen tiene muy cerca el final de su carrera. Desde que debutó con el Rabobank hace ya casi quince años, el australiano se retirará, cuando lo haga, que no sé si lo tiene anunciado para el año que viene, con más de cien victorias en el circuito profesional. Etapas de sobra en Giro y Tour, la París-Bruselas, la Vattenfall Cyclassics, Le Samyn, etapas en Vuelta a Suiza, Tour de Luxemburgo, Vuelta a Andalucía, Campeón de Australia, subcampeón del Mundo... Difícil resumirlo. Ayer llegó muy tarde, pero, quién le va a decir nada, viendo lo pronto que llegó en tantas otras ocasiones.

Derrick Rose




Ayer internet me funcionaba como el tiempo, se nublaba y soleaba a relevos. Así que las entradas que había preparado sobre Friska Viljor o Lionel Hollins, se quedaron en el tintero. Ahora ya queda un poco triste hablar sobre Hollins, aunque la derrota de ayer no le puede quitar mérito a sus logros. El entrenador de los Grizzlies ha llevado a su equipo a forzar el último partido de las semifinales de su conferencia y batir un récord de victorias en play-off. Tom Thibodeau se ha llevado el título al mejor entrenador de la temporada con merecimiento, pero Hollins se ha quedado solo a unos centímetros de la victoria. Ha conseguido hacer un equipo de un grupo de talentosos jóvenes a los que era muy difícil coordinar. Los play-off de la NBA han dejado claro que estamos ante el definitivo cambio generacional, por mucho que Dirk Nowitzki busque desesperadamente su protagonismo y se enfrente a ese cambio.

Los New Orleans Hornets y los Memphis Grizzlies disputaron una eliminatoria en la que las estrellas, quitando a un renacido Zach Randolph, son miembros de un futuro apasionante en la liga de baloncesto profesional americana. Los Westbrook, Harden, Ibaka, OJ Mayo, Conley, Arthur... prometen muchos duelos de altos vuelos (pura poesía) en los años venideros. Y he dejado para el final, a Marc Gasol y, sobre todo, a Kevin Durant. El español no solo lucha por ganar protagonismo en la liga, si no que tiene que luchar por ganar presencia en su propio equipo, y lo consigue con solvencia. Lo de Durant es una apuesta segura para pasar a la historia. Los movimientos y la capacidad ganadora de este chaval, auguran que su nombre estará cerca de los grandes. Pero si él puede ser Larry Bird, Michael Jordan puede ser, sin duda alguna, Derrick Rose.

Algún aficionado a este blog ya anda con la barbilla húmeda de cómo se le cae la baba. Han sido demasiados años viendo a los Bulls retenidos en los libros de historia. Ahora vuelven con fuerza y liderados por un Derrick Rose que, por momentos, parece imparable. Además, el equipo de Thibodeau tiene un juego interior solvente, con Boozer y Noah, y cierto fondo de armario. Así han empezado ganándoles el primer partido de su eliminatoria al trío mágico, que se lo juega todo a un número y, probablemente, no deje que la eliminatoria se resuelva antes del último partido.

En la otra, Durant se enfrentará a su olograma. Nowitzki lleva años siendo el péndulo del reloj de Cuban y parece que por fin ha llegado su hora. Tienen el mejor banquillo de los cuatro equipos, y varios jugadores, Jason Terry por veterano, Juan José Barea, por joven, con tantas ilusiones que parece que juegan con dos balones. Nowitzki puede ganar partidos el solo, pero si encima tiene la compañía de Caron Butler, Jason Kidd, Tyson Chandler, Brandon Haywood, Shawn Marion o Peja Stojakovic, lo tendrá más fácil. Son muchos veteranos ansiosos por ganar en una de sus últimas oportunidades. Rick Carlisle tiene una gran oportunidad.

¿Quién ganará? ¿El nuevo Jordan, el gran alemán, el trío magnífico, o los jóvenes talentosos? Yo hago mi apuesta por el excéntrico Mark Cuban, pero ya veremos, por ahora, los play-off no han dejado de deparar sorpresas.

Carlos Lapetra




Viendo los desayunos de la primera y tomando un café, acabo de acordarme de aquel tipo que conocí en fiestas de Bilbao. Los que sois de Bilbao, ya sabeís lo que suponen las fiestas de Bilbao, los que sois de fuera, os podéis proponer descubrirlo un día. Aquel verano lo estaba descubriendo aquel tipo de Zaragoza. Se puso a hablar conmigo porque se tropezó con una baldosa en el Arenal y su katxi acabó sobre mis zapatos. Recuerdo que me miró con cara de joder, ya tenemos bronca, pero tuvo suerte de encontrarse conmigo, porque a aquella altura de la noche, y después de haber abusado de los brebajes más mágicos, yo no estaba por la labor de tener broncas, si no todo lo contrario. Sonó el himno del Athletic y el tío se puso a bailarlo conmigo como si estuviéramos pisando un jardín de ascuas.

A partir de entonces, no calló. Habló de Chilavert, de Gustavo Poyet, del Kily González, de Paquete Higuera, de Miguel Pardeza... Yo en lugar de callarle, le azuzaba. El rollo etílico del compadreo exagerado y patético, ya sabéis. Al final, se puso a hablar de Carlos Lapetra. Lapetra por aquí, los cinco magníficos por allá, otra vez Lapetra, ya me empezaba a cansar. En un arranque desagradable, le frené en seco:

¿Cuántos años tienes?, le pregunté.

Veinticinco, me contestó, sorprendido.

¿Y el puto Lapetra ése no jugó en los años sesenta?

Se rompió el encanto.

Reconozco que no estuve muy afortunado, pero todo el mundo comete errores y tiene derecho a ser desagradable aunque sea por unos segundos.

Ahora me acuerdo de él, porque pienso que, si sigue gustándole el fútbol, si sigue siendo aficionado del Zaragoza, esté donde esté, lo tiene que estar pasando fatal el pobre chaval.

Y es que la penúltima jornada de liga, dejó angustias pendientes para la última.

También intentaba consolarme con ello mientras veía ayer el partido del Athletic y me desesperaba ante una demostración de fútbol que no entendí, ni entenderé, por mucho que me lo expliques. Y me lo intentaba explicar a mí mismo, diciéndome, un punto es un punto, haya rondas o no haya, estamos en Europa, mira para abajo, mira para Zaragoza y date por consolado. Y así es. Supongo que los maños darían sus dos manos por estar en nuestra situación.

La Coruña, Getafe, Pamplona, San Sebastián y Zaragoza vivirán un fin de semana al filo de la tragedia en la próxima jornada. Si es que te gusta el fútbol, claro. Mientras, en Bilbao, sufriremos para saber si somos quintos, sextos o séptimos, pero divino sufrimiento. Este sufrimiento es distinto, es casi filosófico, a veces, abstracto, hipotético. Nos pasamos los partidos viéndoles jugar y pensando en cómo podrían jugar. Es un sufrimiento casi auto-infligido, así que... bienvenido sea.

Mientras tanto, seguiremos hablando, unos de Carlos Lapetra, y otros de José Ángel Iribar.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Tom-Jelte Slagter

Con el corazón en un puño. Las imágenes han sido sobrecogedoras. No se ha visto la caída, pero los gritos desesperados, pidiendo ayuda, del auxiliar del Euskaltel-Euskadi invitaban a volver a pensar en lo peor. Cuando, primero el brazo, y después las piernas de Slagter se movían, no he podido evitar sentir cierto alivio.

El Euskaltel-Euskadi se ha dado prisa en aclarar los detalles del accidente que, según la nota de prensa que han publicado, han sido corroborados con los propios miembros del equipo holandés. Al parecer, Slagter le ha solicitado un botellín de agua al auxiliar vasco que no ha dudado en dárselo. Instantes después, ha perdido el control de su bicicleta y ha caído al suelo. En las primeras imágenes, se veía al auxiliar del Euskaltel dándole explicaciones a un motorista, presa de los nervios, y parecía explicarle que había habido un agarrón o algo así, pero no he vuelto a ver las imágenes, ni conozco los detalles.

El parte médico dice que Slagter tiene fractura de la órbita del ojo derecho y conmoción cerebral, aunque se descarta que sufra daños cerebrales. Slagter es un joven valor holandés de tan solo 22 años que debutaba este año en el primer equipo holandés, después de dar el salto desde el continental.

La etapa de hoy ha sido, en cualquier caso, terrorífica. Los últimos kilómetros eran un contínuo desasosiego, viendo a los corredores jugarse el pellejo entre una nube de polvo. El sterrato se convertía en una enorme niebla de tierra y la sucesión de corredores con problemas mecánicos o en el suelo (en directo se ha visto la caída de Dario Cataldo) le quitaba premio a la espectacular carrera de Peter Weening y, sobre todo, del que se ha quedado sin premio, Martin Kohler. Impresionantes han sido las imágenes desde el helicóptero, cuando se apreciaba en la lejanía dos montañas de humo anunciando sobre un cuadro verde por donde iban escapados y pelotón. Contador dice que ha sido gratuito, y todos los favoritos coinciden en señalar que se han conformado con salir indemnes de la prueba. Para los aficionados, ha sido todo un espectáculo de superación y épica, desde la desesperada ascensión de Kohler, hasta el descenso de Gadret y la tenacidad de Weening en el último repecho. Sin embargo, y con el 108 ya retirado y aún en el recuerdo, todas estas situaciones empiezan a crearnos más desazón que emoción, por lo menos, a un servidor.

Mientras tanto, se suceden las declaraciones y Zomegnan no da a basto. Si primero fue Lastras, ahora ha sido el veterano canadiense del Sky, Michael Barry, quien ha hecho unas declaraciones críticas en relación a la etapa que está en mente de todos, la que pasará por el desconocido y ya temido Crostis. La organización ha declarado que revisará la seguridad y Barry ha dicho lo siguiente: "No creo que debamos bajar un ascenso que sólo tiene redes de esquí como protección. No lo hace más emocionante, no nos deberían pedir correr así. No es necesario, el deporte es lo suficientemente emocionante."

El domingo pasado, nuestro amigo Kantzelara y el que escribe, bajamos a despedirnos de la Segunda B con resignación y un ánimo un poco etílico. Entre otras cosas, hablamos de esto, y de como, sin entrar a hablar del sterrato y de los descensos, ya de por sí la estructura y la distribución de las etapas invitaba a pensar que esta edición del Giro podía ser toda una carnicería, en la acepción más metafórica de la palabra. Crostis aún queda lejos, y el recorrido anuncia emociones muy fuertes para los que lo vemos por televisión pero, en ocasiones, me pregunto cómo se sieten los que pedalean. A veces, el espectáculo descubre el mecanismo encubierto en el que cierto desequilibrio aceptado entre el que lo protagoniza y el que lo disfruta no parece muy ético. Lo dejo ahí, que cada uno piense lo que quiere, y que, sobre todo, Tom-Jelte Slagter se recupere pronto.

martes, 10 de mayo de 2011

David Cal




El piragüista gallego no solo aspira a poder convertirse en Londres 2012 en el deportista español más laureado de la historia, si no que también intentará recabar votos para su partido, el PP, en las próximas elecciones municipales de Pontevedra.

Y no es el único caso de deportistas o ex-deportistas que inician carrera política. El próximo 22 de Mayo os podréis encontrar con algunos en las listas de vuestros municipios. Podréis encontraros a José Javier Hombrados con el PSOE en Ciudad Real, a Pruden Indurain con UPN en Pamplona, creo, a Peio Martínez de Eulate, el pelotari, con Bildu, pero no recuerdo por qué alcaldía, a Idoia Jiménez, la exitosa taekwondista encabezando lista en el Valle de Aranguren por UPN, a Jesús Ángel García Bragado con el PP en Sant Adriá de Besos, a Augusto Ibáñez, Titín, otro pelotari, por la lista del PP a la alcaldía de Logroño... No son pocos. Y no son los primeros.

Ya conocemos el salto a la arena política de Joan Laporta, el poco éxito que tuvo Tomás Reñones en su labor municipal en Marbella, o los casos de atletas como Abel Antón, Fermín Cacho, Manuel Martínez o la propia Marta Domínguez.

En los Estados Unidos también son varios los jugadores de baloncesto, por reducirlo a un solo deporte, que han probado fortuna en las instituciones. Kevin Johnson, el base que le pasaba la bola a Charles Barkley, gozó de un éxito instantáneo y aún hoy en día es alcalde de Sacramento. El Hall of Fame Bill Bradley es senador demócrata, y Shawn Bradley, con quien comparte apellido aunque desconozco si parentesco, anunció que lo iba a intentar en el estado de Utah. Otro pivot blanco, Chris Dudley, lo intenta en Oregón. Habrá más, solo hace falta enredar un poco y los nombres aparecen con suma facilidad. Carlos Hermosillo, el ex-futbolista, lo intentó en México. Bebeto y Romario en Brasil. Guillermo Vilas en Argentina. Carl Lewis, Massimo Mauro, George Weah, Ana Guevara, Pietro Mennea, Marcos André Batista "Vampeta"...

Yo me voy a quedar en lo meramente anecdótico, porque no me apetece entrar a hacer análisis sesudos, pero algunos casos invitan a preguntarse si la entrada de estos deportistas (igual que otros famosos de otros ámbitos públicos) trasciende lo publicitario y llamativo. Digo yo que alguno, quizás todos, tenga vocación por la cosa pública. Como digo, yo me quedo en lo anecdótico y si he publicado sus nombres junto a las siglas de los partidos en cuyas listas se han sumado es porque antes, ya lo encontré publicado en otras fuentes, si no, lo habría mantenido en el anonimato. Ah, y si he elegido a David Cal a la cabeza es porque nunca antes había tenido la oportunidad de encabezar con un piragüista y difícil veía la oportunidad de que ocurriera.

lunes, 9 de mayo de 2011

Wouter Weylandt




Había dejado el televisor encendido, alerta, mientras seguía trabajando en la habitación. Oía que Fermín Aramendi anunciaba la llegada de la tachuela a pocos kilómetros, y como un resorte, me levanté y me tumbé en el sofá.

Atacaba Le Mevel. Enfocaban a Cavendish.

Leía que quedaban ocho kilómetros y me clavaba los nudillos en los ojos porque arrastro mucho sueño.

He aguantado hasta que Vicioso alzaba los brazos.

Después, me levanté, dejé el televisor encendido, y mientras iba a la habitación, oía como Xabier Usabiaga esperaba que la caída de Weylandt se quedara en nada.

Confesión: he pensado, joder, ya me he quedado sin un corredor para la porra. Recordé su victoria del año pasado y aposté por él, tenía todo por delante para que la gente apostara por él.

Desde la habitación, seguía leyendo, leía como alguien decía que May Swenson intentaba aceptar y comprender la muerte a través de su poesía. Los presentadores del magazine que sigue al Giro en la etebé anunciaban los contenidos del programa, y uno de ellos comentaba algo sobre el Giro y volvían a esperar que la caída de Weylandt no fuera nada.

Confesión. Ya no me acordé de la porra.

Abrí internet: ha perdido mucha sangre, ha sido trasladado a un centro hospitalario. Cierro la página y sigo trabajando.

Sigo leyendo. Una hora, quizás dos.

Hace un minuto, decido fumar un cigarro y tomarme un descanso. Abro internet: Weylandt ha muerto. Me quedo de piedra, no puedo decirlo de otra manera, de una piedra muy fría y muy afilada que corta y hiela.

Apenas me atrevo a ver el vídeo. En lugar de eso, leo las declaraciones de Jorge Azanza, "le vi en el suelo, y no quise ni mirar", que se cayó un poco antes. Leo el twitter de Cavendish y no le hago caso, leo a Brian Nygaard, leo que iba a ser padre, leo otra vez el poema en el que May Swenson se pregunta qué forma tiene la muerte.

Y ahora, escribo, aunque solo sea por dejar de leer.

jueves, 5 de mayo de 2011

Angelo Zomegnan

¿Días sin escribir en el blog? Ni lo sé. Ni los voy a contar. ¿Días sin parar de currar? Los mismos que no sé ni cuento. Intentaré ir volviendo poco a poco, porque en el intermedio, me he perdido muchos gestos irónicos, denuncias a dos bandas, cambios de presidente, triunfos y derrotas, y, sobre todo, destrezas periodísticas. De algunos igual hable en el futuro aunque sea en blanco y negro, pero, hoy, me he tomado media hora de descanso, y como ya me llegan ofertas de porras y los comentarios, de boca en boca, nos las están haciendo agua, voy a escribir una entrada sobre el Giro de Italia que comenza en ¡ya! y sigo currando.


Las declaraciones de Alberto Contador han sido muy clarificadoras: “este giro tiene el recorrido más duro que jamás haya visto.” Si no os convencen, os pongo el comentario que publicaban hoy en biciciclismo.como y que ellos mismos referenciaban desde otro blog cuya cita añado al final:
El Giro de Italia ha dado una vuelta de tuerca más al recorrido, ya de por si duro de los últimos años. No serán ni cinco ni seis ni siete, serán ocho finales en alto. Todo un tormento. A las novedades de los últimos años, Zoncolan, Finestre, le han añadido el Costris (en la etapa de Zoncolan) que es un puerto que se dirige directamente al cielo. O al infierno. (Por Biolaster, Blog de ciclismo)
Y he leído por ahí que anuncian, que preparan algo peor para el año que viene. El amigo Angelo Zomegnan, del que os dejo la foto, director de la carrera, va a hacer muchos amigos en el pelotón. Por mucho, además, que yo ahora os haga un resumen del recorrido, lo mejor no se aprecia hasta que no llegan las bicicletas, que es cuando lo que ya parecía duro sobre el mapa, se convierte en peor todavía cuando vemos los caminos, las carreteras por las que avanzan. A Zomegnan no le hace falta que le vayan asfaltando los recorridos.
A todo eso, se le suman 22 equipos, en su mayoría competitivos. 6 son italianos, lo que me parece un número bajo. Y con la obligación de que corran todos los pro-Tours, o como se llamen ahora, y las dudas que se cernían sobre el calendario de otros, los organizadores se han juntado con, al menos, un póker de favoritos que apunta a proponer batalla.
Empezamos por los de aquí:


Euskaltel-Euskadi, sin Koldo para las volatas, tiene a Igor Antón para la montaña, y quizás Mikel Nieve para acompañarle, pero no sé si llegará corto. El resto, con la salvedad quizás de los veteranos Oroz e Isasi, parece un equipo de meritorios y currantes.
Movistar tiene, además del sorprendente protagonista del año pasado, David Arroyo, al talento de Vassil Kiriyenka y a Konovalovas y Ventoso para los esprints. El resto, un buen puñado de aventureros que apostaría a que, por lo menos, le aseguran una victoria de etapa.
El Geox de Matxín va con toda la artillería y Menchov a la cabeza, bien acompañado por Sastre, Mauricio Ardila Cano, Cheula, Duarte, Valls o un David Blanco que habrá que ver si responde fuera de Portugal.
Los italianos:
Androni apostará por las aventuras cuando aparezca la montaña. No podía ser de otra manera con Sella, Serpa, Rujano y Ochoa.
Colnago tendrá a Domenico Pozzovivo, que parecía una apuesta de futuro hace años. Además, Belletti y Modolo pueden luchar por algún esprint.
En Farnese, veremos de que es capaz Visconti o los veteranos Mazzanti, Giordani o Noé (veteranísimo, 42 años ya), además de aquel que iba para figura, Oscar Gatto.
Liquigas llegará sin Basso, pero con Nibali, además de Capecchi o Szmyd. También tienen alguna baza para los esprint.
Lampre tiene una baza para subir, Scarponi y otra para esprintar, Petacchi, quien tendrá la ayuda de Hondo. Spilak para aventuras.
Acqua Sapone viene con un par de colombianos, Corioni y Napolitano para esprintar, y una terna de incógnitas veteranas, Garzelli, Codol o Ruggero Marzoli.
El resto:
Ag2r, con Dupont, Gadret y Nocentini para la montaña.
Astaná con la baza del siempre prometedor Kreuzinger y su guardia pretoriana: Jufre, Kiserlovski, Petrov y Tiralongo.
BMC con un montón de meritorios, más Tschopp para la montaña y el noruego Kristoff para los esprints.
HTC-Highroad con una apuesta clara como no podía ser de otra manera, Mark Cavendish, más Pinotti y Rabon para contrarreloj y quizás Siutsou se deje ver para arriba.
Katusha trae un equipo que sobre el papel parece muy fuerte pero, por unas razones u otras, siempre asaltan las dudas: Joaquim, Dani Moreno, Losada, DiLuca, Caruso, Brutt
Leopard sin ningún Schleck pero con Vigano y Weylandt para esprintar, Zaugg, Feillu y quizás Pires para lo demás.
Omega Pharma trae a Blythe, quien ya ha ganado esprints y tiene a Lang de ayuda. A Bakelants y a otros jóvenes el Giro se les puede hacer muy duro como para lucir.
Quick Step también tiene otra baza inexcusable, Ciolek. Pineau y sobre todo los locales Malacarne, Chicchi y Cataldo intentarán dejarse ver.
Rabobank se la jugará con Graeme Brown, la experiencia para el esprint, Weening, la veteranía para las cabalgadas, y una serie de jóvenes aún muy tiernos, como Van Winden, Slagter, Van Emden o Flens.
RadioShack se me antoja un plantel relativamente flojo. McEwen y el portugués Cardoso para el esprint, Popovych para las aventuras y habrá que ver de que es capaz el portugués Tiago Machado.
Saxo Bank ya sabemos a que viene, a ganar con Alberto Contador que esta vez si parece que ha tenido tiempo para enterarse de donde sale el Giro. Estará bien arropado por Porte, Hernández, Dani Navarro y Gustov.
Sky viene con Cioni, al que parece que ya se le pasó el arroz. Appollonio lo intentará al esprint, aunque parece estar destinado a luchar por otro tipo de victorias, más que por esprints masivos. Mucho aventurero.
Y, por último, en Vacansoleil, Riccó lo verá por la tele, si quiere, Bozic será la baza al esprint, con la ayuda de Ongarato, y Hoogerland emulará a Coppolillo. Por último, Matteo Carrara se dejará ver.
Los favoritos han sido entrevistados ya y preguntados sobre quienes consideran que son los favoritos y los favoritos parecen tener muy claro quienes son los favoritos así que los favoritos son los siguientes favoritos: Nibali, Scarponi y Menchov, además de Contador. Todo el mundo parece coincidir. Después apuntan a un segundo grupo, ya sabés, de favoritos, en el que estaría gente como Antón, Kreuzinger, Joaquim, quizás DiLuca, Sella...


Y, por último, un repaso al recorrido, y no añado ningún adjetivo calificativo:


Ocho finales en alto, eso es un dato. Empieza con una contrarreloj por equipos en Turín. La primera semana termina con tres etapas de media montaña y, de postre, la primera llegada en alto con Montevergine di Mercogliano. Dos días después, se sale de Messina para subir hasta el Etna, nada más que el volcán del Etna, que se subirá, además, dos veces. Tras una jornada de reposo, hay tres días más suaves, aunque no sin algo de montaña, y se llega a la clave de la carrera, probablemente. Las etapas 13, 14, 15, terminarán todas en alto. La primera con llegada a Grossglockner, en Austria. La segunda, la joya de la corona, con el Zoncolan en meta, con el Crostis antes. El Zoncolan, ya sabés, casi diez kilómetros, con una pendiente media de más del 12 por ciento y rampas del 16%. Más de 1200 metros de desnivel para el que hasta ahora llamaban el puerto más duro del mundo. Pero es que antes tendrán que subir el Crostis, del que Contador, sencillamente, ha dicho: "El Monte Crostis da miedo." Son unos catorce kilómetros, con rampas de hasta el 14% (en otros sitios he leído hasta el 18%), pero el problema es que apenas bajan las rampas del 10% y las pocas que bajan andan casi siempre por el 9%. Además, los últimos dos kilómetros y medio son sobre tierra. Todo el mundo coincide en que probablemente sean los últimos kilómetros (los 50 km de esta etapa) más exigentes de la historia. La última etapa de este trío montañoso, será la que termina en Val di Fassa. Un día de descanso, y la semana final es una cebada, que es una expresión que utilizamos en mi pueblo. En resumen: una cronoescalada, tres etapas de montaña, una de media montaña y una contrarreloj final. Simplemente, ahí va otra vez, una cebada. Empezarán con la cronoescalada a Nevegal, seguirán con la etapa de Tirano con un recorrido de sierra y un puerto de segunda, seguirá la llegada a las termas de San Pellegrino con otro puñetero puerto de segunda a pocos kilómetros, bueno, a unos 30 km, al día siguiente se terminará en un puerto de tercera tras pasar a media etapa el puerto de primera del Mottarone... y, de postre, territorio Chiappucci, con la llegada a Sestriere, tras pasar la encerrona de la Finestre. Si tenían poco, no hay esprint para el final, una contrarreloj y a ver quién es el guapo que se atreve a quedar primero.


Con todos estos alicientes, creo que me apuntaré a la porra. Y si pudiera, cogía de líder a Zomegnan, aunque no sé si él sería capaz de hacer el recorrido tan bonito que ha diseñado montado en bici. Yo, por supuesto que no.


Posdata:

Son 23 equipos, no 22. Me he guiado por una lista de equipos confirmados y se me ha olvidado hablar del Garmin-Cerveló porque parece que aún no ha confirmado su nueve. En la lista provisional, van con un buen candidato a los esprints, Tyler Farrar, y un equipo fiable para la primera contrarreloj por equipos con Bobridge y David Millar entre otros. No sé si los tres o alguno de los tres estarán finalmente en el nueve confirmado. Ya siento el error.