domingo, 9 de febrero de 2014

Sergio Llull



Suya ha sido la última canasta y suyo es el primer renglón de esta entrada, el que titula. Otras veces le tocó fallar y, quizás por eso, como luego ha salido en las noticias, le decía a Florentino Pérez en el vestuario: "¡menos mal que ha entrado!"
Ha sido una copa cojonuda, sí señor. De las que se te suben a la cabeza. No sé si habrá habido muchos ojeadores de la NBA o no, supongo que sí, pero se habrán llevado un buen puñado de nombres (aunque a algunos ya los tendrían apuntados, y, a otros, si no los apuntan, peor para ellos y mejor para nosotros): Walter Tavares, Mindaugas Kuzminskas, Zoran Dragic, Damjan Rudez, Giorgi Shermadini, Viktor Sanikidze, Justin Doellman, Bojan Dubljevic, Rafa Martínez, Andrés Nocioni, Tibor Pleiss, Álex Abrines, Kostas Papanikolaou, Romain Sato... Y yo qué sé. Muchos más (que no he nombrado a ninguno del equipo campeón a propósito) porque ha sido una Copa que ha merecido la pena el tiempo dedicado enfrente del televisor, en lo colectivo y en lo individual. 
Esta misma mañana leía un titular de prensa en el que se calificaba a esta edición como la "copa bipolar". 
Y no les faltaba razón. Pero yo diría que ha sido casi que "multipolar". Sobre todo tras el último partido y la última canasta: palizas récord, partidos apretados, canastas a una décima del final, polémica, fuerza, control, habilidad, errores... De todo un poco, como en botica, y bueno, como en un delicatessen. Y, sobre todo, lo mismo triples que bandejas, asistencias a tutiplén, rebotes por fuerza y mucho, mucho... mucho juego interior. Si no lo sabíais, Nikola Mirotic, que juega por dentro, se ha llevado el MVP. No sin merecimiento, aunque yo hubiera usado este año una de esas palabrotas en latín, ex aequo, y que lo hubieran disfrutado también Sergio Rodríguez, Rudy Fernández y, hasta si me apuras, Felipe Reyes. 
Gran espectáculo el que nos han dado en el último partido, con una lección, sobre todo, de pundonor y fe. Aunque sería un necio si dijera que es una sorpresa que el FC Barcelona esté en la final, sí que creo que es un acierto afirmar que Xavi Pascual ha conseguido convencer a sus jugadores de que pueden ser mucho mejores de lo que algunos creían que podían ser. 
Ha sido la copa del da gusto:
Da gusto ver cómo Giorgi Shermadini mantiene la herencia del baile en la zona. 
Da gusto ver qué largos tiene los brazos Walter Tavares. 
Da gusto ver jugar a Sergio Rodríguez hasta cuando está sentado en el banquillo. 
Da gusto ver a Marcelinho Huertas como una grulla, con una pierna en la pintura. 
Da gusto ver a Bostjan Nachbar remontando el fondo. 
Da gusto ver cómo se gira Ante Tomic. 
Da gusto ver el vuelo de Rudy. 
Da gusto ver a Navarro cuando está enchufado. Y, a veces, también cuando no lo está. 
Da gusto, por supuesto, ver los hombros de Mirotic haciendo de horizonte. 
Da gusto que no vayan al barbero. 
Da gusto que tenga que ponerle un punto y final y dejar de hacer el imbécil. 
Pero ha dado gusto. Supongo que a algunos, los que tenían apostado el apego por unos colores, les habrá hecho menos gracia que a otros, sobre todo, cuando ha ganado uno solo y ha sido el que viste acromático. 
A mí, que ni me iba ni me venía, y que entrara o se saliera la bola no importunaba para disfrutar, me ha tocado celebrarlo, aprovechando cada jugada sin que nada pudiera estropearlo. 
Llull aún disfruta lo que Oleson disfrutaba unos segundos antes y lo que yo he disfrutado desde el viernes. Yo no sé si exagero pero, aunque, al final, dé la sensación de que han llegado a la final los mismos de siempre, tengo la sensación de que ha sido una edición que deja un gran abanico de protagonistas y la promesa de buen baloncesto. 
Una última mención, hoy que es noche de premios, a Pablo Laso. Yo, que de esto entiendo lo poco que se necesita para no perderte, no sé qué tienen sus pizarras que me vuelven loco, vamos, que no sé qué tiene que ver en lo que está haciendo este año el equipo que entrena, pero entiendo que mucho, que tiene mucho que ver, y por ello, se merece que le nombre. Y nombrado está, como todos los demás, y los que he dejado sin nombrar, están en las estadísticas que se pueden visitar en cualquier página web. Así que, buen momento para dejarlo, con felicitaciones para los ganadores y también para todos los que no lo fueron. Y ya, antes de irme, añado de bandeja lo de que la foto la he robado del google image, aunque parece que viene de rebote de eurosport.com. Ésas son mis estadísticas.

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