domingo, 24 de agosto de 2014

Ethan Wragge


Dije que no iba a volver a hablar de fichajes veraniegos, pero éste era obligado. Habiéndose cerrado, no podía evitar comentarlo. Empecé (antes de que lo diga, va el exabrupto: ¡joder, cómo pasa el tiempo!) hace seis años a hablar de baloncesto NCAA y de la Universidad de Creighton. En concreto, la primera entrada la escribí el 3 de Octubre de 2008, un viernes. Fue solo porque coincidió que alguien a quien yo conocí indirectamente se enroló en esa universidad para disputar la Missouri Valley Conference con los bluejays. Durante dos temporadas, seguí la NCAA aprovechando la disculpa de que Casey Harriman era de Ida Grove, Iowa, ciudad que conozco (bueno, ciudad, algo mejor y más grande que Hawthorne, Nebraska, si habéis visto Nebraska). Aquella fue la temporada de Booker Woodfox, con un P'Allen Stinnett más irregular y un Kenny Lawson Jr que empezaba a tomar protagonismo. Cuando Harriman cerró su periplo universitario, tuve la oportunidad de entrevistarlo y hubiera sido la mejor forma de terminar con esta experiencia bloguera, pero, en su lugar (aunque, a veces, me diera una pereza tan tremenda que mi seguimiento se lamentaba) continué hablando de la NCAA y de la universidad de Creighton, utilizando, para substitutir al de Harriman, el nombre de Will Artino, solo porque éste había nacido en Waukee, Iowa, suburbio de la capital del estado, Des Moines, que también llegué a conocer. En los últimos años, sucedió la irrupción de Doug McDermott, con portada de Sports Illustrated y todo, draft NBA y regreso a las fases finales de la NCAA, y hasta me motivaba hablar de ellos y de la competición. 
Y, ahora, la casualidad ha querido, o quizás simplemente lo haya querido el scouting y el mercado, pero, en cualquier caso, ha resultado que el primer norteamericano del Bilbao Basket para la temporada 2014-2015 va a ser Ethan Wragge, auténtico protagonista de la última temporada de los arrendajos azules junto con el nuevo jugador de los Chicago Bulls, Doug McDermott. Y como el nombre de Ethan Wragge lo tecleé en mi ordenador unas cuantas veces a lo largo de este año y como vivo a diez minutos en metro del centro de Bilbao, no me quedaba más remedio que hacerme eco del fichaje y darle la bienvenida a un Ethan Wragge a quien creo que le habrá sorprendido tanto la oferta, como no deja de sorprenderle a muchos aficionados, y hasta a algún profesional.

Se ha hablado algo, no sé si mucho, sobre quién es Wragge y qué puede aportar al nuevo Bilbao Basket que intenta sostener el nuevo consejo presidido por Jon Xabier Davalillo. No sé si Wragge sabe a dónde viene y en qué momento llega, pero me imagino que ha entendido que jugar en Europa era una gran oportunidad y que la ACB era probablemente la mejor que podía tener. Como bien se ha dicho Wragge es un jugador interior que parece tenerle alergia a la zona. Empezó jugando como un reserva eléctrico en Creighton y acabó haciendo pareja interior, como titular, con el hoy NBA Doug McDermott. Wragge jugaba de cinco cuando en realidad era un cuatro al que le gustaría jugar de tres y McDermott jugaba de cuatro cuando en realidad era un tres al que le gustaría jugar de todo. Las estadísticas de Wragge son contundentes y no dejan lugar a duda. Se han comentado mucho las de su última temporada pero no por repetirlas dejan de ser un argumento significativo. Wragge solo tiene un arma, el tiro de tres. Apenas crea rendimiento en ataque por la pintura y tampoco es que sea un gran reboteador ni un excelente defensa. Por eso, los periodistas se han devanado los sesos para describir a un jugador al que la categoría de forward no parece definirlo. He leído "stretch four" o algo así, "one-role player" y no sé cuántos más que solo entienden los participantes de foros. Gonzalo García de Vitoria, entrenador del Ourense de LEB Oro, decía en su twitter, unos días después de que se oyera, por primera vez, el rumor, que él mismo le había hecho una oferta para ficharlo para este mismo verano. Ni él ni los que participaban en la discusión comenzada con su mensaje parecían conseguir ponerse de acuerdo en una etiqueta que definiera el juego de Wragge. Ninguno acierta del todo y todos parecen ayudar a concretar lo que es Wragge: un tirador de tres. Un tirador de tres que juega por dentro porque sabe abrir la zona, crear espacios para sus compañeros, participar de las jugadas interiores, defender a cincos que le sacan una cabeza y, sobre todo, mantener un nivel alto de tensión y motivación que hacen mejor al equipo. Él mismo lo decía en una entrevista que concedió el año pasado:

"Hey, I'm a Division I basketball player. I hope there are more things I can do than just make 3." O lo que viene a ser en castellano: "Oye, soy un jugador de la primera división de la NCAA. Espero que sea porque sé hacer más cosas que meter triples."

Como decía, las estadísticas del periodo universitario de Ethan Wragge ayudan a tener esas opiniones tan rotundas. En su primera temporada con Creighton, la 2009-2010, Wragge jugó los 34 partidos que jugó su equipo y solo en siete fue titular. En esos treinta y cuatro partidos, Wragge intentó 170 tiros de campo. De ellos, consiguió 75. Solo 13 intentos y 7 aciertos fueron canastas de dos. El resto, 68 de 157 (con un 43,3%) fueron triples. Acabó con medias de 6,9 puntos y 2,4 rebotes por partido, lo que no está mal para un primer año. Un año, por cierto, que se caracterizó por ser el primero tras los años que había protagonizado Booker Woodfox. Kenny Lawson Jr aceptó el rol de líder y le echaron una mano gente como Justin Carter y Darryl Ashford. Antoine Young empezaba a coger peso y aquella acabó por ser la última temporada, y habían sido unas cuantas consecutivas, de Dana Altman como entrenador de la universidad de Omaha.
En la siguiente temporada, la 2010-2011, una lesión en el pie cortó la progresión de un Ethan Wragge que solo pudo jugar 9 partidos (ninguno como titular). En esos pocos partidos, anotó 12 de los 34 triples que intentó (un 35,3% de acierto) y 3 de 6 en tiros de dos, acabando con medias de 5,3 puntos y 2,7 rebotes. Era la primera temporada de Greg McDermott y también de su hijo, Doug McDermott, que ya se había convertido en el líder del equipo. Le acompañaron Antoine Young y los interiores Kenny Lawson Jr y Gregory Echenique.
2011-2012 transcurrió sin ningún problema físico. Wragge jugó 35 partidos y en ninguno fue titular. Eso sí, fue el suplente que más jugó. En esos partidos, Wragge encestó 66 triples de 161 intentos (41.0%) y solo 8 de 16 en tiros de dos. Acabó promediando 6,6 puntos y 2,7 rebotes. No fueron malos números y aceptó su rol como jugador de refresco, ya fuera por fuera como por dentro, para ayudar al equipo en una temporada que vivió la explosión de Doug McDermott con un quintento titular que lo fue en todos y cada uno de los partidos de la temporada: Doug McDermott, Antoine Young, Gregory Echenique, Grant Gibbs y Jahenns Manigat).
Hace dos años, en la 2012-2013, Wragge también jugó los 35 partidos, y, de nuevo, sin ser titular, aunque subió el número de minutos y se convirtió en el cuarto jugador que más jugó. También siguió mejorando sus estadísticas, aunque la tendencia era la misma: 78 de 175 triples (44.5%) y 6 de 12 en tiros de dos, terminando con medias de 7,7 puntos y 2,5 rebotes. Wragge fue un elemento muy importante en un equipo que repetía el quintento del anterior excepto por el cambio en el puesto de base, Austin Chatman por Antoine Young.
Y llegamos a la temporada pasada, la 2013-2014, año en el que los bluejays cambiaron la Missouri Valley Conference por la conferencia Big East, la última de su carrera y la que le ha llevado a ganarse un contrato en Europa. Wragge volvió a jugar todos los partidos de la temporada, 35 en total, pero en esta ocasión llegó a ser titular en 28 de ellos. Will Artino fue titular en los siete primeros y, en ese momento, Greg McDermott visualizó el cambio y lo llevó a cabo. Wragge se convirtió en el segundo jugador con más minutos y su protagonismo en partidos como los que enfrentaron a su equipo contra Xavier, Marquette, o, sobre todo, contra los Wildcats de Villanova (9 triples de 14 intentos para conseguir una de las victorias más prestigiosas de la institución), le convirtieron en uno de los jugadores más mediáticos de un equipo en el que, hasta entonces, Doug McDermott acaparaba todo el protagonismo. Sus estadísticas, siguieron en la misma línea, y por eso sorprenden a los aficionados que escuchan que su equipo ha fichado a un jugador interior: 110 triples de 234 intentos (47.0%) y 2 de 8 en tiros de dos. Al final, unos promedios de 10,4 puntos y 3,9 rebotes, para acabar convirtiéndose, junto con Doug McDermott, en uno de los juegos interiores más atípicos de la nación.
Si sumamos todos esos datos y hacemos un repaso global a la carrera formativa de Ethan Wragge en la NCAA, nos encontramos con que Wragge consiguió un total de 334 triples, quedándose a menos de cuarenta triples del récord de la universidad. Kyle Korver hizo 371 antes de pasar a la NBA. Y estamos hablando de alguien que acaba de quedarse a un paso de participar en el Mundial con la selección de los USA y que esta misma temporada ha batido un récord histórico al anotar al menos un triple en cada partido (anteriormente, Dana Barros lo había hecho en 89 partidos consecutivos) durante 127 partidos consecutivos, casi dos años sin dejar de hacerlo. Pero lo que más sorprende es que, en cinco años de carrera, un jugador que supuestamente tiene cuerpo y rol de jugador interior, ha conseguido 26 canastas de 55 intentos, si no me confundo en la suma. En cinco años, si haces la ecuación, te da que, en cada uno de los cinco años, Wragge lanzaba a canasta de dos en unas diez ocasiones. No es de extrañar que dijeran que sus compañeros celebraban con guasa cada vez que metía una canasta de dos, algo que él se tomaba a bien:  "It doesn't bother me when they give me grief" (mi traducción: "no me molesta cuando se meten conmigo"). Y no le molestaba porque, como explicaba, si el entrenador decidía que había que tirar de tres y explotar esa estrategia, era por algo: "there is a reason we try to leave the paint open, and it's for other players . Every once and a while, I can catch people off guard. Es decir, "hay una razón por la que intentamos liberar la zona, y es porque ahí tienen que estar otros hombres. De vez en cuando, puedo pillar a alguno despistado."
Ése es el jugador que ha fichado Bilbao Basket. Nacido el 1 de Octubre de 1990 en Sandusky, Ohio, Wragge, en realidad, creció en Eden Prairie, Minnesota. Su madre fue una gran jugadora de baloncesto universitaria e ingresó en el salón de la fama de su universidad, la Middland Lutheran de Nebraska. Le gusta veranear en Okoboji, una población turística en la zona de los lagos del norte de Iowa y es un fan de los Vikings de Minnesota y de Juego de Tronos. Ése es Wragge, además de un jugador que, según les decía a los de Bluejays Today hace un tiempo, no metió una canasta de tres hasta que no estaba en décimo grado, es decir, en el segundo año de instituto, si no me equivoco, con unos quince años: "I never shot a 3-pointer in a game until I was in 10th grade." ¿Queréis más datos superficiales que no os dirán nada sobre cómo juega? El año pasado, Cosmopolitan le metió en la exótica lista de los 25 jugadores más atractivos del "March Madness." Wragge tuvo que aguantar las coñas de sus compañeros y hasta de su entrenador, que no podían explicarse el éxito que había tenido la barba que se ha dejado crecer en su último año. Y algo más, que se me había olvidado mencionar al principio y lo hago, ahora, dos días después de haber publicado la entrada: Ethan Wragge, junto con Geoffrey Groselle, compañero de equipo, fueron nominados, este año, para el NABC Honors Court, un premio que reconoce la excelencia académica de los estudiantes que también practican algún deporte. Wragge se graduó este año en tres carreras (Márketing, Comercio y Empresariales) y sus resultados han sido tan relevantes como su rendimiento deportivo, al parecer.

Por cierto, que la entrada la abría con una fotografía en la que no sale solo Ethan Wragge. También aparecen Grant Gibbs, Doug McDermott y Jahenns Manigat, los cuatro seniors que han dejado al equipo de Greg McDermott para la 2014-2015 sin cuatro de sus cinco titulares, casi nada. Pero lo que quería significar con esa fotografía es que esos cuatro jugadores, los cuatro, han conseguido contratos profesionales para el año que viene, lo que es todo un logro, la verdad. 

Desde que empecé en 2008 a seguir la actualidad de la universidad, no han sido pocos los jugadores que han conseguido ganarse el parné con esto del baloncesto, aunque muchos otros, tuvieron que buscarse otro futuro profesional, como el motivo por el que empecé con estas entradas: la carrera baloncestística de un vecino de Ida Grove, Iowa. Casey Harriman tuvo que retirarse por las lesiones al finalizar su cuarto año. Kenny Lawson Jr hizo el año pasado una gran temporada con el Ramat Hasharon de Israel. No es su primer equipo en Israel y ha jugado también en China y Corea del Sur. Él mismo se felicitaba hace poco en internet por los años que lleva consiguiendo firmar contratos profesionales. Justin Carter anda jugando en Turquía, en el Usak Sportlif, donde también juegan Miha Zupan, Chris Warren o Ibrahim Yildirim. Darryl Ashford estaba el año pasado en el Apollon Limassol de Chipre. Antoine Young llegó a ganar la liga holandesa con el ZZ Leiden hace dos años, desde entonces, no sé nada de él. Cavel Witter se ha labrado una carrera en Portugal. Ahora juega para el Lusitania. P'Allen Stinnett fue cortado en el Neuchatel de Suiza y substituido por su compatriota Jawanza Poland, a pesar de que sus números eran muy buenos. Creo que tuvo problemas con el dopaje. Booker Woodfox ha jugado ya en el Líbano, la NBDL, Lituania o Venezuela. El año pasado terminó la temporada en el Guerreros de Colombia, con los que jugó la final por el título nacional, perdiéndola ante unos Cimarrones de Chocó donde, precisamente, jugaba Kenton Walker, quien también había jugado para los UCC Demons de Irlanda. Por último, Gregory Echenique sigue n el Telenet Oostende de Dario Gjergja, equipo que ya lleva tres ligas consecutivas en Bélgica. Echenique tiene como compañeros ha jugadores del nivel y experiencia de Dusan Djordjevic, Quentin Serron, Wesley Wilkinson, Mateusz Ponitcka, JP Prince y Vladimir Mihailovic. Todos ellos, no estos últimos, si no los que he ido mencionado en este párrafo, vistieron la misma camiseta que Ethan Wragge y han conseguido, con más o menos éxito, labrarse un futuro deportivo, aunque algunos hayan tenido que ir muy muy lejos para conseguirlo. 
A todos ellos, como decía, se han sumado otros cuatro. El más mediático, por supuesto, y con merecimiento, ha sido Doug McDermott, quien fue elegido en el decimoprimer puesto del draft de este año para ser traspasado por los Denver Nuggets, el equipo que le eligió, a los Chicago Bulls. Su llegada, junto con las de Pau Gasol y Nikola Mirotic, o la presencia de Derrick Rose, Joakim Noah o Kirk Hinrich, convierten a los Bulls a unos dignos aspirantes al título. Wragge, como ya hemos venido diciendo, ha conseguido una oportunidad en la ACB, una liga que a pesar de los recortes en presupuesto y las deudas de los clubes, sigue manteniendo un nivel de exigencia bastante alto. Su fichaje por el Bilbao Basket, no le acercan al reconocimiento que tendrá Doug McDermott entre los aficionados, igual que antes Anthony Tolliver o Kyle Korver en años recientes, pero sí al de otros ídolos de los bluejays como Booker Woodfox o Nate Funk. Por último, el trabajador Grant Gibbs ha conseguido un contrato en el Zwolle holandés, un equipo de la mitad de la tabla para arriba, donde el bueno de Gibbs intentará ayudar para repetir el éxito que ya consiguió Young con el Leiden. Y Jahenns Manigat jugará en Rumanía porque el canadiense ha firmado con el BC Timisoara donde tendrá compañeros con cierto recorrido en Europa como el serbio Vladimir Tica, el bosnio Zlavtko Jovanovic o el norteamericano, con pasado en Grecia, Kelvin Lewis.

El de Wragge no fue el único fichaje que anunció el Bilbao Basket, porque lo hicieron al alimón con el de Danilo Andjusic, un escolta tirador que tuvo sus momentos de brillantez en Valladolid la temporada pasada y que, a sus 23 años, ya tiene una reputación en Serbia. Ya anunciaron el fichaje de Quino Colom y su intención de contar con Raúl López, Dairis Bertans, Axel Hervelle y Álex Mumbrú. Esta semana se ha publicado que el pívot de 2'08 de la UAB, la Universidad de Alabama en Birmingham, Fahro Alihodzic y un joven brincador sueco, un escolta de 1'84 que apenas llega a la veintena, Tobias Borg, podrían ser los próximos. Se habló de Dani Díez pero se ha ido a GBC donde también seguirá David Doblas. También Daniel Clark sonó pero acaban de confirmar que se quedará en Madrid, en el Fuenlabrada. Marko Todorovic podría ser el próximo. Para que se confirmen o se desmientan, y, sobre todo, para saber si rinden o se rinden, ya tendremos que esperar a que pase el Mundial y volvamos a la normalidad. Queda mucho, pero yo tenía que cumplir con lo que parecía casi una obligación. Habría sido raro que llegando un arrendajo azul a Bilbao, yo no dijera nada. Así que dicho está, ongi etorri Ethan Wragge y que sea lo que James Naismith quiera.





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