lunes, 31 de agosto de 2015

Adrian Gul'a



Y seguimos con los refritos veraniegos, ahora que dicen que se acaba el verano aunque aún le quede algo de tiempo a la estación. Tenía escrita una entrada anotada que no publiqué en su día (hace pocos) por no disponer de conexión a internet. Ahora ya queda un tanto fuera de lugar, pero las cosas trasnochadas, improcedentes o secundarias quedan muy bien y son habituales en este blog.
No voy a hablar de la Supercopa de España por muy al cuento que viniera, dado que ya me he retratado futbolísticamente en este blog y sería de esperar. Al contrario, lo dejamos para cuando vengan mal dadas, o para cuando haya algo realmente que celebrar, ¿verdad, Rexach? (otros se retratan sin necesidad de escribir bobadas en un blog, las sueltan en público y ya está). Vamos a hablar de la UEFA Europa League. Y no precisamente para hablar de un Athletic que pasó apuros para resolver la eliminatoria final de acceso ante el MSK Zilina de Eslovaquia.
Se empezó ganando con solvencia en Zilina, Eslovaquia, con un 0-2 al descanso, goles del recién ascendido Sabin Merino, a pase de Ibai Gómez, y del veterano Kike Sola al aprovechar un fallo en defensa de los eslovacos. Sin embargo, los de Adrian Gul'a remontaron, gracias, en parte, a la entrada del brasileño William Alves de Oliveira y viajaron a Bilbao con una sorprendente ventaja de 3 a 2. Un solitario gol de Gorka Elustondo en la primera parte resolvería la eliminatoria a favor de los bilbaínos (valor doble de los goles marcados fuera de casa) aunque los de amarillo tuvieron la oportunidad de sorprender hasta en el último segundo. 

El MSK Zilina llegaba a Bilbao en tercera posición de la Fortuna League, la liga eslovaca, a cinco puntos del lider el AS Trencin y empatados con el histórico Slovan de Bratislava de Nikki Papavasiliou con once puntos. Sin embargo, parece que Europa y la buena impresión que dejaron también les ha pasado factura y cayeron en su último partido de la competición doméstica, viendo como el líder se le escapa aún más lejos. También aprovechó el tropiezo el Slovan Bratislava, club que, con ocho victorias finales, es el equipo más laureado de una liga que comenzó su andadura en 1993 después de la partición de Checoslovaquia. Desde entonces, los de Bratislava han sido el equipo más conocido del país, aunque el MSK Zilina solo ha conseguido dos títulos menos que ellos y aunque el FK AS Trencin amenaza con cogerle el relevo ahora. Ganó su primera liga este año pero ya fue subcampeón los dos anteriores y ahora lidera la de 2015-2016. 

La última liga del MSK Zilina, que tiene el segundo estadio en capacidad del país (con más de 11.000 espectadores) por detrás del de Bratislava donde juega el Slovan, fue en la temporada 2011-2012. Sus seis títulos, que le encaraman a la segunda posición de la clasificación histórica del fútbol eslovaco, son de los años 2000 y su mejor racha fue a principios de siglo con tres títulos consecutivos entre 2001 y 2004. Eran los años del liderazgo de un Marek Mintal, delantero autóctono, que luego se iría al Nuremberg de la liga alemana y sería nombrado dos veces mejor jugador del país. Hace un par de años, los del noroeste del país ficharon a Adrian Gul'a como entrenador, quien andaba ejerciendo, precisamente, en el actual líder de la liga doméstica. El año pasado fueron subcampeones, en parte gracias a los goles del delantero croata Mateja Jelic, y este año partían con la aspiración de suceder al Trencin en lo más alto de la tabla. Aún queda liga, pero, al menos en su eliminatoria contra el Athletic, y al que esto escribe, dejaron buen sabor de boca. 


Solo el veterano Viktor Pecovsky, capitán del equipo de Gul'a, aparece en la convocatoria del seleccionador Jan Kozak para el partido que la selección de Eslovaquia jugará con España en Oviedo el próximo día 5 de Septiembre. Sin embargo, en la última convocatoria del seleccionador eslovaco sub21, el ex del Tenerife y Bayern Leverkusen entre otros, Pavel Hapal, había hasta ocho jugadores del MSK Zilina. Y es que, si una cosa ha sorprendido de esta eliminatoria contra el Athletic, ha sido la juventud y cuajo de los jugadores eslovacos. 

En Zilina, supieron sobrevivir hasta que les llegó su oportunidad, y aunque el protagonismo se lo llevó el brasileño William Alves de Oliveira, de 23 años, con dos goles que confirmaron la remontada, sorprendía oír al comentarista de televisión repasando la edad de los jugadores del equipo eslovaco. Ya de vuelta en Bilbao, destacó el lateral camerunés Ernest Mabouka, de 27 años, que terminó renqueante tanto en el Stadion pod Dubnom como en San Mamés, y, sobre todo, el veterano portero Milos Volesak, de 31 años. Nuevamente, eso sí, la juventud en las filas amarillas se volvía a repetir. A saber, los aficionados atentos, aunque rivales, se quedarían con el descaro y el pundonor de jugadores como Laszlo Benes, 17 años, Lukas Cmelik, 19 años, Jakub Paur, 23 años, Denis Vavro, 19 años, Robert Mazan, 21 años, Milan Skriniar, 20 años, Jaroslav Mihalik, 21 años, Nikolas Spalek, 18 años, o Michal Klec, de 19 años. Se esperaba más del goleador croata ya mencionado, Matej Jelic, de 24 años, pero la solvencia en defensa de Skriniar o Vavro, el juego por banda de Cmelik y la movilidad en el centro del campo de Benes o Paur dejaron visos del futuro que puede acompañar al equipo que entrena Gul'a y al fútbol eslovaco. 

 El Athletic no rindió a su nivel, y prueba de ello ha sido el rendimiento en los dos últimos partidos de Liga (a la sazón, también los primeros). Parece que el esfuerzo de estas eliminatorias y de la Supercopa va a pasar factura. En cualquier caso, y a mi poco entender, los deméritos del Athletic en la clasificatoria ante los eslovacos también estuvieron acompañados por los méritos del rival. Un equipo de extremada juventud, con afán formativo, que se bregó con dignidad, no rechazó el reto y dio muestras de ser capaces de competir. Además, Gul'a y sus jugadores fueron equilibrados y respetuosos en sus declaraciones, tanto tras la victoria en Eslovaquia como en la eliminación de Bilbao. Probablemente, su éxito en forma de derrota y eliminación pase desapercibido en el fútbol europeo porque hay camisetas e intereses más luminosos (y eso que vestían de refulgente amarillo), pero, al menos al que escribe estas entradas sin mucho sentido, el MSK Zilina le dejó un buen recuerdo y una memoria que mantendrá el nombre de los eslovacos en mi cabeza para el futuro (le doy el titular a Gul'a porque precisamente, no me la quiero comer, ni ahora, ni en el futuro; la cabeza, digo).

domingo, 30 de agosto de 2015

Alejandro García Torre



Vale, me he pasado agosto rascándome la barriga. Que la tengo. Y qué más da. Ya de vuelta, habría mucho que contar pero poco cuenta que lo hagamos o no. Las rampas de Cumbre del Sol podrían haber sido las protagonistas del regreso, o los torneos veraniegos de pelota, el mercado de la ACB, el cercano Eurobasket, la final del Afrobasket, el mundial de atletismo, Carolina Marín o, ya puestos, recién sacado del horno, Raúl García Escudero. Y por ahí vamos, porque vamos a hablar de fútbol. 
Hoy he bajado al fútbol, acompañado. Primer partido como locales de una nueva temporada del Barakaldo Club de Fútbol en Segunda B. Se empezó ganando al Club Deportivo Toledo en el Salto del Caballo y hoy se ha abierto la ronda doméstica del año ganando con apuros al Socuéllamos manchego. No vamos a hablar más de este partido, sin embargo, pero si voy a hablar del Barakaldo y de la Segunda División B, porque he estado los veinte días que me he pasado en off con ganas de escribir una entrada que, al final, deseché porque la escribieron otros por mí antes. 
Ya habíamos comentado aquí que el Grupo 2 de la Segunda B iba a contar esta temporada con hasta seis conjuntos vizcaínos, y que esto, junto con el ascenso a Segunda división A del Bilbao Athletic y la confirmación administrativa del Eibar en Primera división parecía anunciar un renacimiento del fútbol vasco, y, especialmente, del vizcaíno, aunque el Eibar caiga del otro lado de la muga. Luego fue pasando el verano y esos equipos tuvieron que firmarle contratos a jugadores para formar sus plantillas, y sorprendió el amplio número de jugadores nacidos allende los territorios históricos que se iban sumando a los planteles de los equipos. Se hicieron eco de ello en varios periódicos y publicaciones, ya fueran digitales o en papel, así que no hace falta que lo repita yo aquí. Solo valga el ejemplo de los guipuzcoanos del Eibar, quienes, este año, han firmado una quincena de jugadores, más o menos, y solo Asier Riesgo es vasco, si no contamos que Ander Gayoso regresaba de su cesión precisamente al Barakaldo y se lesionaba de gravedad en pretemporada. 
A muchos todo este tiempo perdido en hablar de lugares de nacimiento les parecerá una gilipollez, y lo respeto, porque puede que sea así, pero a mí, me llevó a conseguir evitar el aburrimiento durante los tiempos muertos descansando en agosto. Y Asier Riesgo es portero y de porteros va esto. 
No parece descabellado que los seis equipos vizcaínos que este año se han reunido en la Segunda B hayan tenido que mirar a otras provincias, ya sean limítrofes o no, para ampliar su plantilla. Al fin y al cabo, eran seis, y había equipos de otras comunidades, como el Burgos o el Compostela, ofreciendo buenos contratos a jugadores vizcaínos que no podían rechazarlos. Ha sido, además, habitual que se mire a mercados como el cántabro, por no ir más lejos. En el Barakaldo, por ejemplo, solo ahora se me ocurre recordar a Javi Carrera, Óscar Tapiador "Coca", José Luis Peña, Chus Herrera, Dani Roiz, Pedro Dorronsoro, Víctor Sánchez, Fran Pérez o Chuchi Gómez Cos. Hemos nombrado a Dani Roiz, Pedro Dorronsoro... y antes a Asier Riesgo, todos porteros. 
José Ángel Iribar, Carmelo Cedrún, Andoni Zubizarreta, Luis Arconada, Ignacio Eizaguirre, Gregorio Blasco, Raimundo Lezama... Todos ellos guardametas que se encargaron de agrandar una leyenda que le daba carácter casi mitológico a aquellos porteros que venían del País Vasco. Decían que eran buenos porque jugaban a pelota y aprendían a reaccionar ante los botes del balón. Decían que simplemente en el País Vasco los niños querían jugar de porteros. Lo que fuera. Pero parecía que el portero vasco era bueno casi por naturaleza, seamos exagerados. 
Por eso, me sorprende la escasez reinante en los últimos tiempos. Si volvemos a fijarnos en el Barakaldo Club de Fútbol, club que yo conozco mejor, esta va a ser la segunda temporada consecutiva con los dos porteros procediendo de canteras lejanas. Si el año pasado defendieron al equipo que entrenaba Axier Intxaurraga el uruguayo Patricio "Pato" Guillén y el andaluz José Ramón Rodríguez, este año, con David Movilla en el banquillo, los encargados de defender la portería del club gualdinegro serán Alejandro García Torre, canterano del Spórting y con experiencia en segunda división, de 31 años, titular en los primeros dos partidos de la temporada y, por lo tanto, encargado de encabezar esta entrada, y el joven mallorquín Jaume Valens Cardell.  
Sin embargo, el resto de los vecinos vizcaínos también parece que han tenido que recurrir a porteros nacidos lejos de sus localidades para confiarles la defensa.Cierto es que en el Arenas de Getxo, recién ascendido, los dos porteros son vizcaínos, como el ex del Barakaldo Txemi Talledo o el gernikés Aitor Etxebarriazarraga, y que lo mismo sucede en otro recién ascendido, el SD Gernika, quienes confían su porteria a dos jugadores nacidos precisamente en la villa, Unai Intxausti y Jon Altamira. También es cierto que en el Leioa, si no me confundo, continúa Urtzi Iturrioz, aunque el portero suplente en estos primeros partidos ha sido el joven Ander Retamosa, igual que el canterano Gonzalo Barrio, del que no tengo datos sobre procedencias, ha ido convocado con el SD Amorebieta, o que en el Sestao ha estado en el banquillo Ibon Barandiaran, natural de Leioa y ex de la Cultural de Durango. 
Sin embargo, además de Alejandro en el Barakaldo, Ángel Díez Ibáñez, cántabro, Raúl Domínguez, también cántabro, Álvaro Del Val, burgalés, y el joven mirandés Sergio Herrera han sido titulares en Leioa, Sestao, Portugalete y Amorebieta respectivamente. Los portugalujos, además, también tienen a otro cántabro, Sergio López, como suplente. Todos ellos, muy probablemente, tengan merecido el puesto, pero no deja de sorprender que en un fútbol como el vasco, tan dado a producir porteros con más o menos éxito, haya tantos equipos en la categoría de bronce con porteros que han sido formados en otras canteras. 
O, al menos, a mí me sorprende. 
Igual que me sorprende que la Real Sociedad lleve tanto tiempo sin dar con un portero que le haga sombra a la historia del gran Luis Miguel Arconada. Desde que Asier Riesgo (ahora de nuevo en primera y titular en el Eibar a sus 31 años) consiguiera ser titular durante un par de temporadas, el holandés Sander Westerweld, el chileno Claudio Bravo sobre todo y ahora el prometedor argentino Gerónimo Rulli han ocupado la portería guipuzcoana. Una cantera de la que han salido porteros como Alberto López, José Luis González, Francisco Javier Urrutikoetxea "Urruti", Pedro Artola, José Ramón Esnaola o el ya mencionado e histórico Arconada. Y otros, quizás menos reconocidos pero también buenos porteros, como Agustín Elduayen, José Vicente Biurrun, Javier Yubero o Julen Lopetegi por mencionar a algunos.  Es más, el lasartearra Ander Bardaji es ahora suplente en la Real Sociedad B porque el titular es el mejicano Pablo Sisniega. 
¿Es una racha, una generación, una crisis? ¿Ya no juegan a pelota? ¿Ya no quieren ser porteros los niños del Antiguo? ¿A quién coño le importa?
Bueno, a mí me ha resultado curioso, tampoco es que fuera una cuestión de vida o muerte, pero daba para una entrada. 
¿Respuestas?
Pues no lo sé. En 1989, jugó en la selección José Manuel Otxotorena. En el 94, Julen Lopetegi. Hasta el 98, lo hizo Zubizarreta. Desde entonces, ningún otro portero vasco ha debutado en la selección. Lo más cercano ha sido Daniel Aranzubia, quien lo hizo en 2004, salido de la cantera del Athletic aunque es riojano. El último zamora vasco fue el propio Otxotorena en la temporada 88-89. Gorka Iraizoz, eso sí, lleva más de 250 partidos en Primera división y, sin ir más lejos, hace unos días supimos que Albert Celades, seleccionador de la sub 21 española, había decidido convocar a tres porteros y junto con Pau López, los otros dos serían de la cantera del Athletic, el navarro Alejandro Remiro, titular en el recién ascendido Bilbao Athletic y el portero cedido en el Valladolid Kepa Arrizabalaga. Los bilbaínos también cuentan con el alavés Unai Simón como portero titular del equipo filial Baskonia, internacional en la categoría sub 19. Quizás ellos sean el relevo, como puede serlo Jon Ander Serantes, titular en el Leganés de Asier Garitano. O no. 
Quién sabe. 
A quién le importa. 
¿Qué?


Posdata: Fotografía tomada de la página web oficial del Barakaldo Club de Fútbol.

martes, 4 de agosto de 2015

Carmelo Echevarría



Estoy convencido de que ya he utilizado su nombre antes, aunque no voy a mover un dedo por averiguarlo. Me da un poco igual ya, lo sabéis. En cualquier caso, finalmente, no repetirá encabezamiento, porque he encontrado otro protagonista que lo será al final de la entrada. Así que ahora mismo no estoy hablando del que habéis leído arriba si no del que iba a haber estado en su lugar:

Hoy he leído por casualidad que el guipuzcoano Jon Cortaberría se retira del baloncesto profesional. Tiene 33 años, pero, en la entrevista que le hacían para anunciar su retirada (edición del lunes 3 de Agosto de 2015 en Noticias de Gipuzkoa), cuenta como su familia ha supuesto un argumento de peso para decidirse a establecerse en Málaga, reanudar sus estudios y abandonar un baloncesto profesional que, en el plano salarial, como él mismo confiesa en la entrevista, "ya no es lo que era". El resumen de una carrera que le ha llevado a jugar en equipos como Unicaja, Gijón, Ciudad de Huelva, La Palma, Tenerife, Axarquía, Fuenlabrada, Gipuzkoa Basket y Palencia, lo hace él mismo cuando confiesa: "No sé si he sido un buen jugador, pero al menos he demostrado que puedo jugar en ACB, para eso trabajé durante muchos años".
Muchos años que empezaron en Fadura, Getxo, en el ya liquidado y ahora reconocido proyecto de formación que auspiciaron la FEB y otras instituciones públicas, llamado Siglo XXI, y del que realmente pretendíamos hablar aquí.
Hoy mismo me he enterado de que ya hablaron de este proyecto de formación hasta en Jot Down, en un artículo que tiene acceso libre en internet y que firma Arturo Peñalba. Podéis leerlo aquí: jotdown. No ha sido el único reconocimiento ni estudio que ha recibido el proyecto Siglo XXI, porque también podéis encontrar en internet interesantes observaciones en páginas como muevetebasket.es o la propia web de la Federación Española de Baloncesto. El proyecto, antes de que llegara a Bizkaia, nació (y aún permanece así, en su formato original) como un proyecto formativo para el baloncesto femenino. Estando aún activo, como decimos, para seguir los resultados en el baloncesto femenino, también tenéis diversas fuentes en la red. Por el contrario, ahora, solo se puede hablar de las secciones masculinas en pasado. En general, todos aquellos que han vuelto la mirada atrás y se han tomado su tiempo para analizar lo que supuso aquel plan obtienen las mismas conclusiones, las mismas, también, que ya ofrecía la prensa cuando el proyecto aún seguía en pie: "el gran experimento del siglo XXI", firmaba el titular de una noticia publicada por El País en 2002, a poco de que el proyecto bajara la persiana.
En resumen, y tenéis mejores formas de averiguar detalles en la red virtual, el proyecto lanzado por la Federación Española de Baloncesto para mejorar la formación de las promesas del baloncesto femenino, saltó al masculino a finales de los noventa, con dos sedes, una en Galicia y otra en Euskadi. La de Euskadi, decían, era la joya de la corona, debido, en parte, a las buenas instalaciones y a la calidad de los técnicos y profesionales (gente que ahora trabaja para el Athletic, como la psicóloga María Ruiz de Oña y el médico Josean Lekue, o los entrenadores Carlos Sergio o José Manuel Naveira). El método consistía en cuatro años de intenso trabajo (dos de cadete y dos de juveniles) en el que los jugadores combinaban mejoras técnicas, seguimiento físico y dedicación a los estudios. La captación no luchaba contra los grandes clubes de cantera de la liga ACB; al contrario, se limitaba a reclutar a aquellas promesas que quedaban fuera del interés de las canteras ACB, jugadores que podían quedarse sin la oportunidad de medrar en el baloncesto profesional.
Siglo XXI murió allá por 2003 cuando no se llegó a un acuerdo económico entre el Gobierno vasco y el Gobierno español para compartir la financiación de la sede de Getxo. Antes, ya había caido la de Galicia y, como ya hemos mencionado, lo que sigue aún en pie, es la sección más veterana, la femenina. Cuentan que los resultados siempre fueron excelentes y lo más patente es volver a leer la lista de jugadores salidos de este proyecto que han conseguido tener una carrera profesional.
Pero el tiempo pasa.
La retirada de Jon Cortaberría me ha hecho pensar en ello. Casi todos los grandes nombres de los jugadores que salieron de las sedes de Euskadi y Galicia... o ya se retiraron, o se les acerca el día, o se encuentran en la época más madura de su carrera.

Curiosamente, los que más alto llegaron, aún siguen en activo. Sergio Rodríguez, a sus 29 años, se encuentra en uno de los momentos más dulces de una carrera que pasó por Fadura, le llevó después a la cantera de Magariños y le permitió llegar a jugar en la NBA. No ha jugado en la NBA, pero, en parte, porque no ha querido, un Fran Vázquez que, a sus 32 años, ha pasado la mayor parte de su carrera deportiva entre Barcelona y Málaga. Los hermanos Urtasun, Álex y Txemi, auténticos líderes de su generación en Siglo XXI, han conseguido hacerse un hueco en la ACB. Txemi Urtasun acaba de firmar por Gipuzkoa Basket, después de pasar, entre otros, por Unicaja de Málaga, Gran Canaria o Sevilla. Su hermano, Álex Urtasun, tuvo que buscarse oportunidades en LEB Oro, pero ya ha jugado en ACB para Pamesa Valencia, Gipuzkoa Basket, Lucentum Alicante, CAI Zaragoza y Sevilla (llama la atención que, excepto en Valencia, su hermano ha jugado en todos esos equipos pero, si no me confundo, nunca han coincidido). Saúl Blanco también ha hecho carrera en la ACB: Fuenlabrada, Unicaja de Málaga y CB Canarias han sido sus equipos. Jon Cortaberria, protagonista de esta entrada, sería otro con una carrera ACB lo suficientemente lustrosa como para subrayarla. Hubo otros hombres que o bien debutaron en ACB o, si no lo consiguieron, al menos, hicieron carrera en LEB y EBA. Jan Orfila, 29 años, empezó hace unos años una aventura por el extranjero que no sé si ha terminado, pero lo que sí sé es que debutó en ACB con Granada. Más allá de eso, su experiencia se concentra en varios años jugando en la LEB. Jorge León, un pivot cántabro que llegó a debutar en ACB durante 24 segundos que jugó con el Lobos Cantabria, hizo (o hace, no tengo los datos) carrera en EBA. Volvió al baloncesto, por cierto, después de superar un linfoma. Alberto Ruiz de Galarreta, de 33 años y natural de Logroño, es un veterano con mucho peso en LEB. Llegó a jugar en ACB con Breogán, Menorca y Obradoiro, si no me equivoco. Javier Alvarado, 30 años, canario, llegó a debutar en ACB con el Gran Canaria. Iñaki Narros, 4 años mayor que Alvarado, ha hecho su carrera en la LEB; e Iker Trevijano, nacido en Bilbao, un interior de 2'07 y 34 años, pasó por las canteras de Valencia, Fuenlabrada o Tenerife para luego hacer carrera en EBA. Dani López, un talentoso base salmantino que debutó en ACB con el Real Madrid, cantera a la que pasó después de la desaparición del proyecto Siglo XXI, también jugó en la ACB con el Manresa y en México. Tiene ya 33 años. 
Hubo más que pasaron por aquel proyecto que, en Fadura, codirigían Jesús Rojo, quien creo que después se dedicó a la cosa pública, y Carmelo Echevarría, uno de los clásicos del baloncesto vizcaíno, ex entrenador de un Caja Bilbao que no jugaba en ACB pero contaba con históricos como Mikel Cuadra, Josean Betolaza o Jon Xabier Davalillo, cara visible del actual Bilbao Basket. No es que hayamos contado demasiado de la extensa e interesante vida deportiva de este veterano entrenador, insignia de oro de la Federación Vizcaína de Baloncesto, pero solo por darle un pequeño (casi que ridículamente pequeño) homenaje, pongámosle de titular de esta entrada que, en realidad, debería haber encabezado, aunque se repitiera, Jon Cortaberria, uno de los chavales que pasó por sus manos, en aquel proyecto tan elogiado hoy en día, y que muchos echamos de menos.
Ahora que Sito Alonso ha renovado por el BB y se repite, a menudo, lo de recuperar la cantera, no estaría mal que, contando con los clubes vizcaínos que desde siempre han trabajado con los más jovenes, se recupere, aunque tan solo sea el espíritu de aquel proyecto que llevó a Fadura a jugadores que han tenido tanto protagonismo en el baloncesto profesional estatal de comienzos del XXI, precisamente el siglo al que ellos apuntaban con su nombre.
Termino insistiendo, como siempre, pero especialmente hoy, en que los datos que manejo puede que no sean correctos; siempre tiendo a cometer errores. Os he puesto aquí algunos enlaces, pero siempre hay muchas más fuentes fiables donde investigar si, realmente, todo esto os interesa. Tomaros esta entrada como una torpe invitación a la memoria, y poco más. Y, por supuesto, como casi siempre, y aprovechando la figura de Jon Cortaberria, entendamos esta entrada como un homenaje a todos esos jugadores que no ocupan espacio en los periódicos de tirada nacional, pero cuyo pundonor para ganarse el pan con el deporte profesional merece un reconocimiento. Y el del guipuzcoano, a mi humilde parecer, ha sido uno de ellos. 

Posdata: la foto que cuelgo al comienzo de esta entrada aparece en el artículo ya mencionado de Arturo Peñalba para Jot down y, en el pie de la foto, se agradecía a Carmelo Echevarría la cesión de la misma. Yo la he cogido de internet y confieso el pillaje. Si hay alguien que cree que debo retirarla, lo haré inmediatamente.