viernes, 22 de diciembre de 2017

David López



David López García nació hace 36 años en Barakaldo (Bizkaia). Empieza en breve su decimosexta temporada como corredor profesional en el pelotón ciclista internacional. Ha corrido dieciséis grandes vueltas, consiguiendo su mejor posición en la general de la Vuelta a España 2007, con un 14º puesto final. En la edición de 2010, en la misma carrera, consiguió su victoria más preciada, una victoria parcial ante rivales de enjundia. Es una de las tres victorias que adornan su palmarés. Para muchos, tres victorias en quince temporadas no será precisamente algo impresionante pero otros entienden el deporte en su inmensidad y saben que hay otros aspectos y méritos que trascienden a las victorias. No todo es ganar en el deporte profesional. Además, también es un trabajo, una profesión. Y, para algunos, una afición, una pasión. David López es uno de estos últimos. Entre sus logros más preciados están, por ejemplo, haber formado parte del equipo que ayudó a Chris Froome a ganar el Tour de Francia y la Vuelta a España. Sus logros son de equipo. El ciclismo no es un deporte tan individualista como puede parecer. Ahora, como nos contará en esta entrevista, le queda hacer lo mismo en el Giro de Italia. Era (y es, supongo) uno de sus planes. Esta entrevista se hizo antes de que se hiciera público el reciente resultado adverso en un control analítico realizado a Chris Froome, el líder de la escuadra Team Sky y el corredor al que David López ha ayudado a ganar grandes vueltas. Por eso no se toca el tema y porque, además, hablamos de él no de los demás.
En cualquier caso, el legado de David López, en opinión de este blog, será doble. Por una parte, el día que se retire, que, según nos dejará explicado en esta entrevista, no está precisamente cerca, habrá dejado un ejemplo meritorio de trabajo en equipo, dedicación por los objetivos colectivos y generosidad en el esfuerzo para con los compañeros. Pero, por otra parte, en un espectro más local y humilde, su carrera deportiva será un hito en esta margen izquierda de la ría del Nervión que siempre ha dado buenos ciclistas, pero con cuenta gotas, y, sobre todo, mucha afición. Nacido en Barakaldo, la tierra de Juan Tomás Martínez, "el volcán de Barakaldo", y residente en Trapagaran, la tierra de los Alfredo Irusta, padre e hijo, los niños que se monten en una bicicleta y crean, como hicieron ellos, en el sueño de hacerse profesional, tendrán ahora un nuevo espejo en el que mirarse, el de David López García, que no tiene apodo, pero sí, como hemos dicho, currículo como para ser ejemplo de los nuevos aspirantes.
En esta entrevista, le preguntamos por todo esto y por muchas cosas más. Hemos mantenido el texto tal y como nos lo hemos enviado por correo electrónico, sin editar, más allá de lo necesario para la presentación. Queremos, antes de darle paso ya al texto, darle las gracias a David por prestarse a esto, y a Emi, amigo de David, compañero en la carretera en ocasiones, como se puede ver en la foto, y también amigo de este blog, por haber hecho de mediador y habernos dado la oportunidad de añadir esta gran experiencia al blog. No hacemos muchas entrevistas, pero creo que las que hacemos son bastante interesantes, ¿no? 

¿Quién te enseñó a andar en bicicleta?

Aprendí hace muchos años en el pueblo de mis padres. Algún chaval mayor me dejaría una bici y probando… Fuimos autodidactas.

¿Cuándo empezaste a tomarte más o menos en serio la bicicleta?

Con 13 años empecé a hacer carreras, pero realmente en serio cuando pasas a amateur con 18 años.

¿Cómo recuerdas tus años de amateur? ¿Fueron difíciles? ¿Te veías con posibilidades de ser profesional? 

Fueron buenos años. Estaba en un buen equipo, con gente buena para aprender. No me dio tiempo a pensar mucho en ser profesional porque enseguida tuve la oportunidad.

De aquellos tiempos, ¿recuerdas a algún compañero que apuntara mucho y se quedara en el camino?

La verdad es que, como nuestro propio equipo amateur pasó a profesionales, los mejores tuvimos nuestra oportunidad. Luego unos tuvimos más suerte que otros.

¿Cómo recuerdas tu debut con el Cafés Baqué?

Por suerte, ya había corrido algunas carreras con profesionales con la selección española amateur, pero la sensación de hacer un año entero con ellos asustaba un poco.

En aquellos años, tuviste como compañeros a colombianos con mucha carrera deportiva a sus espaldas, gente como Hernán Buenahora, Félix Cárdenas o Iván Parra, ¿coincidías mucho con ellos?, ¿qué recuerdos guardas?

El primer año corrí con ellos mi primera Vuelta a España y ya pude aprender un poco cómo trabajar para un líder. Era buena gente y muy cercana.

Firmas después por Euskaltel-Euskadi, en los años en los que, en el equipo, coincidían gente como Samuel Sánchez, Haimar Zubeldia, Iban Mayo, Roberto Laiseka… ¿Cómo recuerdas la llamada para incorporarte al proyecto y los dos años de experiencia allí?

Fue una buena experiencia. Compartí equipo con muy buenos corredores, gente que estaba entre lo mejor del mundo. Pero también con gente de mi edad que conocía desde chaval. Aquí ya teníamos un mejor calendario y pasábamos mucho tiempo fuera de casa.

El 21 de septiembre de 2012 tu nombre aparecía entre los siete firmantes de aquel comunicado en contra de la nueva gestión deportiva del Euskaltel-Euskadi, más allá de lo que ponía en el comunicado, ¿qué te llevó a firmarlo?

Tuve la suerte de vivir ese cambio en Euskaltel. Coincidí un año con la primera directiva y el segundo año ya cambiaron las cosas. Tanto yo como los demás firmantes queríamos apoyar al equipo tradicional que nos había dado la oportunidad porque sabíamos que el cambio no iba por buen camino. Por desgracia, el equipo no duró demasiado y se demostró que teníamos razón. Pero nadie nos hizo caso.

¿Cómo ves el futuro del ciclismo vasco profesional en la actualidad, en lo que compete a los equipos profesionales, con el ascenso de categoría del Murias Taldea y la llegada de Mikel Landa a la Fundación Euskadi?

Es bueno que haya nuevos proyectos: facilita la salida de nuevos corredores. Espero que en un futuro cercano siga mejorando la situación. 

Pasas por la estructura de Eusebio Unzué y acabas en Team Sky, si no el mejor, uno de los mejores equipos del mundo y con una de las infraestructuras y coberturas económicas más impresionantes de la historia del ciclismo profesional, ¿cómo llegas a Sky, con qué objetivos te contratan?

Tuve varios años buenos en Caisse d'Epargne y Movistar. Era como una pequeña familia y ya era uno de los mejores equipos del mundo, pero tuve algún bache y en el equipo empezaron a dudar de mí. No me daban buenas carreras. Por suerte, en Sky se fijaron más en la trayectoria anterior que en el último año. Y también tuve alguna recomendación de compañeros que habían pasado por allí. 

Ya has acumulado varias renovaciones y pareces haber conseguido que se reconozca tu trabajo, ¿estás satisfecho de tu experiencia con el equipo británico?

Sin duda. Salir a un equipo extranjero ha sido el mayor acierto en mi carrera.

Me atrevo a llamarte gregario, aunque no sé si te gusta esa palabra, pero me da la sensación de que tú mismo admites tu rol como auxiliar en los proyectos de victoria de otros compañeros, ¿está bien reconocido esa tarea en el ciclismo profesional?

En mi caso, sí. He tenido buenos jefes y líderes que han reconocido mi trabajo. No tengo ninguna presión y he tenido buenos resultados.

Parece que hay que ser veterano para convertirse en un buen gregario. Me llamaba la atención como Igor Antón lo admitía hace unos días al renovar con su equipo o como prolonga su carrera Markel Irizar, por hablar solo de dos corredores vascos. Parece que cuesta y lleva su tiempo convertirse en un corredor fiable para realizar esas tareas. ¿Es así?

En mi opinión, los corredores jóvenes pasan con mucha ambición. Todos piensan que pueden ganar muchas carreras. Lleva un tiempo entender que no todo el mundo sirve para ganar. Unos lo acaban dejando y otros tenemos que reconvertirnos.

Tu primera victoria llegó en Rettenbachferner, en 2007. Fue en una etapa dura y acabarías la Vuelta a Alemania en tercera posición, por detrás de Jens Voigt y Levi Leipheimer, ¿cómo recuerdas aquel día?

Fue bastante inesperado porque, en teoría, había mejores corredores que yo. Incluso, en mi propio equipo. Pero había entrenado bien, pensando en esa Vuelta a España. Perdí mucho peso y llegué allí en un buen momento. En otras circunstancias, podía haber ganado esa Vuelta a Alemania, pero estoy muy contento con esa etapa.

Tres años más tarde llegaría Alcoy, en otra durísima etapa, atacando en el momento oportuno para vencer a gente de la clase de Roman Kreuziger, Giampaolo Caruso o David Moncoutie. Recuerdo tus primeras palabras en la televisión: “Todavía no lo he asimilado” o “El día más grande encima de una bicicleta”, ¿ya lo has asimilado?

Sí, aún sigue siendo mi mejor victoria. En una carrera importante, con grandes rivales... para mí no es fácil tener días así. Hay que saber aprovecharlos. Es algo de lo que siempre podré presumir.

Finalmente, en 2013, vences en la llegada a Aywaille en el Eneco Tour. Era la penúltima etapa y otra vez fue dura. Te impusiste a Zdenek Stybar y Maciej Paterski y, por detrás, muy cerca, venían los que se disputaban la carrera. Otra vez rivales internacionales, etapa exigente y un ataque antes de llegar al sprint. ¿Qué recuerdos te quedan de ésta?

Ésa sí que fue inesperada. Después de trabajar todo el Tour de Francia, no esperaba llegar a ese nivel. No era una buena carrera para mí. Teníamos a Bradley Wiggins disputando la carrera, pero otra vez se juntaron las circunstancias y me vi ganando una carrera. Con el maillot del Sky, algo que nunca hubiera esperado.

¿Fue el de 2007 tu mejor año profesional?

Es difícil quedarse con uno. 2007 fue el primero a gran nivel; 2011, el más regular; pero creo que 2013 ha sido el más completo.

Siempre te ha costado ganar. Supongo que, en parte, es la punta de velocidad y, por otra parte, que se te haya utilizado para otras labores. Pero recuerdo una etapa en el Giro de 2016, tras intentarlo en la etapa, llegabas a meta y te entrevistaban para la televisión. De repente, aparecía Alejandro Valverde que te daba las gracias y un abrazo. Sin darle importancia, seguías con la entrevista y decías: “Me falta un poco el punto ese que tiene esta gente”. ¿Te referías a esa carrera o siempre has tenido la sensación de que estabas un peldaño por debajo de otros corredores?

Bueno, siempre hay niveles. Está claro que no estoy al nivel de gente como Alejandro Valverde y que no puedo disputar carreras con ellos. Siempre he tenido que hacerlo en escapadas o de lejos.

Hace unos días lo decías en Zikloland y antes en Marca: “Ya he ganado Tour y Vuelta con él, ahora me gustaría poder ayudarle a conquistar la maglia rosa.” ¿Es ese el objetivo principal para la próxima temporada?

Sin duda. Lo primero será ganarse el puesto para correr el Giro de Italia, que aquí no es nada fácil. Si lo consigo, tendré en Italia una motivación especial.

Han llegado a Sky corredores jóvenes de mucha proyección como Egan Bernal o Pavel Sivakov. ¿Es también labor tuya estar cerca de los jóvenes?

Siempre. Yo recuerdo que, cuando era joven, me fijaba mucho en lo que ocurría a mi alrededor. He tenido la suerte de tener buenos compañeros en quien fijarme. Ahora, también me gusta enseñar a los jóvenes a moverse en carrera o a tener buenas rutinas fuera de ella.

En una entrevista antigua que aún anda por internet, decías: “Al final, a alguien le tiene que tocar. Sigue habiendo equipos y corredores que van pasando a profesionales y nunca sabes a quien le puede tocar. Igual hay corredores muy buenos que se han quedado sin pasar a profesionales y hay otros más normalitos en los que un día alguien se fija y les da la oportunidad. Hay que ser constante en el trabajo, seguir intentándolo y aprovechar la oportunidad.” Era tu consejo para los corredores aficionados. ¿Es también un resumen de tu carrera?

Bueno, yo siempre digo que he tenido suerte porque he tenido oportunidades. He estado en buenos equipos y con buenos resultados. Hay que trabajar duro y no rendirse nunca.

¿Has hecho amistades en el ciclismo?

Muchas. Es difícil mantener contacto con compañeros, porque vivimos lejos unos de otros, pero siempre te queda gente que merece la pena.

¿Te da tiempo a disfrutar de los paisajes, de los lugares en los que corres durante la temporada?

Sí, la verdad es que para eso soy bastante turista. Me gusta cambiar y probar nuevas carrera. Intento disfrutar un poco de los sitios que visitamos.

Sé que alguna vez has dicho que te gusta conocer carreras distintas y que no paras ni cuando estás de vacaciones, haciendo cosas relacionadas con la bicicleta, como el Camino de Santiago por la noche. ¿Te ha dado la bicicleta la oportunidad de tener una vida abierta y original, por decirlo de alguna manera?

Desde luego. Para mí, esto nunca ha acabado de ser un trabajo del todo. Nunca lo veo así. Me gusta la bicicleta en muchos de sus aspectos. Sigo disfrutando de lo que hago.

Sé que esto no es de buena educación, pero te lo pregunto de todas formas, ¿tienes pensada una fecha para tu retirada?

No. Intentaré aguantar todo lo que pueda.

¿Has comenzado a pensar en cómo será o quieres que sea tu vida cuando se termine el ciclismo profesional?

Intentaré seguir en el mundillo, pero ahora que tengo familia hay que valorar muchas cosas.

¿Te ves como director técnico?

Podría probar, pero seguir en la misma rutina no sé si me gustaría lo suficiente.

Has coincidido en la carretera con algunos de los ciclistas que han marcado la época más reciente del ciclismo moderno, con algunos, incluso compartiendo la intimidad de luchar juntos por algo. ¿Cuál de ellos te ha impresionado más en la carretera? 

Todos tienen mucho que admirar. Tal vez, como se ve en carrera, parece que unos merecen más admiración que otros, pero hay que saber todo el trabajo que hay detrás.

Para terminar, volvamos a los comienzos. Por pura curiosidad, cuando empezaste a correr más en serio, ¿sabías quién era Juan Tomás Martínez? ¿Querías ser el nuevo volcán de Barakaldo?

Sí. Casualmente, vivía bastante cerca de mis padres y solía verle por el barrio. Luego era conocido por su tienda de deportes. Más recientemente hemos coincidido en varias salidas con la bici de monte.

¿Se te hace estrecho el Valle cuando vuelves de tantos viajes?

Para nada. Me encanta el sitio donde vivo. Es muy tranquilo y cómodo para la vida que llevo.

Dime dónde te ves ganando una carrera en este 2017-2018, soñémoslo y a ver si se cumple.

Aunque no sea para este año, me gustaría ganar alguna carrera cerca de casa, cuando pueda estar mi familia. Estaría bien que mi hija tenga algún recuerdo en mente antes de que yo me retire.


Lo dicho, muchas gracias a David López por prestarse a la entrevista, a Emi por ayudarnos a conseguirlo y a todos vosotros por, un año más, pasaros, ya sea puntualmente o habitualmente, por este blog, que ya acumula unos cuantos años y resiste a duras penas, pero ocasiones como ésta hacen que merezca la pena. 

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